Durante su intervención en la comisión de investigación sobre la actuación, gestión y supervisión de las Cajas de Ahorro en Castilla y León celebrada en las Cortes autonómicas, el entonces máximo responsable de la comisión de control ha negado a preguntas de los grupos tener conocimiento, entonces y ahora, de las operaciones de riesgo adoptadas por la entidad financiera antes de su desaparición.

Precisamente, Cascón ha reconocido en varias ocasiones que el órgano que presidía no tenía ni "las herramientas ni el conocimiento" necesario para controlar o desestimar las operaciones aprobadas por el Consejo de Administración de las entidades, al no contar con "remuneración, despacho, equipo de personas o sede fija".

A estas reuniones que mantenía el órgano llegaba un informe técnico elaborado por la entidad, que consistía en un balance financiero global y no "operaciones pormenorizadas", por las que se han interesado los distintos portavoces de los Grupos Parlamentarios.

En este sentido, procuradores como José Sarrión (IU-Equo), Manuel Mitadiel (Cs) y Pablo Fernández (Podemos) le han cuestionado por algunas operaciones aprobadas por el Consejo de Administración de Caja Duero, catalogadas de riesgo por el Banco de España, y que contaron con el visto bueno de la comisión de control.

Alguna de estas operaciones por las que han preguntado a Cascón han sido las referidas a las numerosas sedes abiertas en Portugal, a inversiones inmobiliarias en República Dominicana o a créditos otorgados a constructores como 'El Pocero' o David Marjaliza, casos concretos que el controlador ha manifestado "no recordar" o "desconocer".

Ante todas estas cuestiones, el entonces presidente de este órgano ha instado en muchas de sus respuestas a los miembros de esta comisión de investigación a acudir a las actas de las sesiones de la comisión de control, pues ha subrayado que "desconocía hasta la fecha de hoy" alguna de estas operaciones de riesgo.

Ese repetido desconocimiento ha provocado el "asombro" de alguno de los portavoces intervinientes -los del Cs, Podemos e IU- que se han cuestionado cómo el presidente de una comisión de control no pudiera estar al tanto de estas operaciones aprobadas por el consejo de administración de su entidad.

Ya en referencia a la fusión entre Caja Duero y Caja España, sustanciada en 2010, Cascón ha insistido en que fue el Banco de España el que "obligó" a los miembros del Consejo de Administración de la entidad a votar a favor de su fusión, aunque no ha especificado de qué manera que pudieron desarrollar estas presiones, que él, por otra parte, "nunca recibió".