A dos semanas para la final de la Champions League en Kiev, los madridistas que lograron una de las 16.000 entradas que se sortearon entre los socios se rompen la cabeza para conseguir un vuelo y hotel en la capital ucraniana sin dejarse el presupuesto del verano completo (o más).
Desde que el Real Madrid se clasificó para la final el pasado 1 de mayo tras empatar con el Bayern, el precio de los vuelos a Kiev ha aumentado un 250%, hasta casi los 1.000 euros, según los datos del metabuscador Liligo.com.
“La gran demanda que provocan este tipo de acontecimientos deportivos suele generar un aumento repentino de los precios de los vuelos”, explica Guillaume Rostrand, jefe de Marketing de la plataforma. En este caso, además, incide la escasa oferta de conexiones directas entre ambas ciudades, “lo que obliga a los viajeros a realizar hasta tres escalas para llegar a la capital ucraniana”.
Para responder a este pico de demanda, las aerolíneas Iberia y Air Europa han reforzado su oferta hacia la capital ucraniana. La primera operará 18 vuelos especiales de ida y vuelta a Kiev, agregando 5.000 plazas en las que viajarán tanto los jugadores como el equipo técnico, sus familiares, autoridades, patrocinadores y aficionados que hayan contratado su viaje a través de agencias.
Por su parte, la aerolínea de Globalia, ofrece más de 2.000 plazas para volar a la final de la UEFA (donde se enfrentan el Atlético de Madrid y el Marsella) en Lyon el próximo 16 de mayo y a Kiev, añadiendo a su oferta seis vuelos a la ciudad francesa y otros cinco a la capital ucraniana.
La compañía programará (a través de Air Europa y sus agencias Halcón Viajes y Viajes Ecuador) 930 plazas en cinco vuelos de Madrid a Kiev que saldrán la misma mañana del 26 de mayo y regresarán una vez acabe el partido.
En metabuscadores como Liligo y Skyscanner se encuentran todavía vuelos directos a Kiev saliendo el viernes unos 500 euros; pero, ojo, algunas de las opciones más baratas implican 20 horas de viaje y varias escalas.
Hoteles, también por las nubes
Solventado el tema del billete, hay que encargarse del alojamiento. Según los datos de plataformas como Booking, la ocupación hotelera para ese fin de semana supera el 80% y los precios están disparados: el mínimo para dos noches en una habitación doble está por encima de los 500 euros y hay apartamentos que llegan a alquilarse por 12.000 euros el fin de semana.
Como ejemplo del desmadre de precios está el hotel Royal de París, ubicado a un kilómetro del centro: la última habitación doble económica (y sin ventana) disponible se vende a 1.400 euros. Les queda también en la plataforma una doble superior por 2.000 euros.
El sobreprecio ha llegado también a los hoteles que ni siquiera están en el centro como el Hotel Complex Verhovina -a 11 kilómetros-, ha pasado de 39 euros por dos noches a los 900 euros a los que vende sus últimas habitaciones para el fin de semana de la final.
Para los que se pregunten por las opciones en Airbnb: algunos ucranianos están poniendo sus apartamentos a disposición de los aficionados, con precios que van desde los 87 euros. También hay cosas locas como alojarse en una clínica dental por 86 euros la noche (y ya está reservado) o una cama en un bar por 148 euros las dos noches.