El sector del taxi ha logrado esta semana una victoria sobre empresas como Uber y Cabify, el mantenimiento de la ratio de una licencia de VTC por cada 30 de Taxi. La base con la que asociaciones como Fedetaxi sustentan el futuro del sector para no acabar fagocitados por los nuevos operadores.
Un paso con el que se frena la liberalización del sector de vehículos con conductor, pero que deja abierta la puerta a que las Autonomías puedan ir reduciendo de forma progresiva esa limitación. En cualquier caso, para el director general en Europa y Asia de Cabify, Mariano Silveyra, se “ha evitado el riesgo de una liberalización desordenada y sin control”.
Desde Cabify no son partidarios de eliminar las restricciones a las licencias. En buena medida porque, en su haber, cuentan con algunas de ellas y el mercado secundario está al rojo vivo. Los precios de transmisión de VTCs rondan los 60.000 euros, un mercado “cuyo precio resulta imposible de controlar, se regula por la oferta y la demanda. Además, discutir hoy donde están esas licencias llega tarde, han acabado en manos de quienes quieren operarlas”.
Así que el aluvión de autorizaciones va a continuar, dado que hay cerca de 10.000 en los tribunales. Fueron autorizadas tras la liberalización de Zapatero, y limitadas en 2015 por el Gobierno de Rajoy. Por eso no descarta que lleguen más fondos de inversión al mercado VTC porque “la movilidad es rentable”.
Reducir la ratio
Unas licencias que harán que en muchas comunidades el ratio siga descendiendo. De ahí que el líder Cabify se pregunte qué Comunidad se arriesgará a reducir la ratio de 1/30 que fija el Gobierno como máximo. “Muchas se agarran a ello para no dar más licencias, pero la demanda demuestra que hay necesidad de entregar más”.
No cree que vaya a haber ninguna que se atreva a dar el paso, pese a que existe demanda más que suficiente. Sin embargo, sí cree que con este Decreto se “gana tiempo” para que todos los sectores implicados en la movilidad puedan sentarse a hablar.
Se trata de tiempo “sobre todo al taxi, para que mejore, se adapte y logre algunas de sus reivindicaciones” como las tarifas flexibles, el taxi compartido o mejoras tecnológicas. “Lo que no puede hacer el sector es perder más tiempo, podía haber hecho esa reflexión hace dos o tres años”, afirma.
Y es que desde Cabify vienen proponiendo en los últimos tiempos un acercamiento entre VTCs, Taxi, Autobús o Carsharing. Silveyra cree que hay sitio para todos porque “la movilidad es rentable”, insiste. Y como muestra pone las licencias del taxi cuya facturación “casi no se ha resentido” en los últimos años. Así que cree que lo importante es “buscar soluciones para los usuario, y poner al ciudadano en el centro”.
Carmena lo hace bien
“Debemos sentarnos y sincerarnos, madurar la conversación”, insiste Cabify. Y pone como ejemplo el caso de Madrid, en donde cada día circulan dos millones y medio de vehículos privados “porque no tiene más remedio, no tienen alternativas”. Y en esa línea pide que se trabaje, “encarar el problema en serio”.
A su juicio la Comunidad de Madrid es la “más madura y la que mejor ha avanzado en buscar alternativas de transporte. Pero la demanda, por muy bien que lo hagamos, nos va a superar. Nadie analiza cuál es esa demanda y cuáles son sus necesidades, y nosotros tenemos muchos clientes que en ocasiones no pueden encontrar coche disponible”.
Para Silveyra “Madrid es la única ciudad que toma medidas, porque el plan de movilidad de Carmena es ambicioso, el único que quiere restringir el coche particular”. Con esta premisa el crecimiento potencial de la demanda de nuevas alternativas de transporte es infinito, “y no vamos a poder cubrir las necesidades con los medios actuales”. “Debemos encarar el problema de forma seria y responsable”, sentencia.