El `hedge fund¿ Viking Global Investors vuelve a la carga contra Bankia. Después de haber regresado como bajista de relevancia después de ocho meses de ausencia, ha engordado su posición corta en tres ocasiones más en la heredera de Caja Madrid. A día de hoy tiene apostado un 0,88% del capital social del banco contra su cotización.
En esta última ocasión, el incremento de posiciones de estos `vikingos¿ conocidos entre los inversores bajistas más activos en Bankia, ha sido de casi 3,4 millones de acciones. Una apuesta que se traduce en otros 12,6 millones de euros apostados contra su evolución bursátil. El paquete total que acumulan los gestores de Viking Global está valorado en 101 millones a precios de mercado.
El `hedge fund¿ fundado en 1999 por Ole Andreas Halvorsen, uno de los mayores del mundo con unos activos bajo gestión de 25.000 millones de dólares, fue especialmente activo en Bankia durante el pasado ejercicio. En el mes de julio llegó a alcanzar una posición bajista del 1,13%. Después, en septiembre, cayó del 0,5% que obliga a descubrirse con nombre y apellidos ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y el conjunto de los inversores. Desde su regreso por encima de esta cota el pasado 3 de mayo, ha engordado su posición bajista en un 32%.
Más allá del renovado empeño de los gestores de Viking, no son los únicos que ahora cuentan con posiciones bajistas de calado en el capital de Bankia. La entidad nacionalizada también es nido de AQR Capital Management, que aglutina un 1,39% en posiciones cortas desde finales del pasado mes de abril, según figura en los registros de la CNMV. Así, el recuento global de cortos sobre el valor -donde también se incluyen las posiciones que superan el 0,2% del capital, aunque no estén obligadas a dar su nombre- roza ya el 4%.
EL FROB Y LOS ANALISTAS
Este repunte del asedio bajista ha llegado con dos factores clave como telón de fondo: los rumores sobre la proximidad o no de una próxima desinversión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que aún acumula un 60% de participación en la entidad, y la digestión de las cuentas trimestrales de las cotizadas españolas, especialmente de la banca.
Por lo que se refiere al primer punto, el Estado colgó el `se vende¿ por última vez el pasado diciembre. Lo hizo a un paquete representativo de un 7% de las acciones de Bankia y a un precio de 4,06 euros por título. Ahora, la cotización está casi medio euro por debajo de esta cota y desde la entidad y el Gobierno se ha rechazado la idea de que se esté ultimando un nuevo paso por caja para cumplir con el compromiso de reprivatizar la entidad.
Desde que los bancos españoles comenzaron a explicar la marcha de sus negocios en el primer trimestre del año, Bankia ha perdido cerca de un 3% de su valor en Bolsa. En este tiempo, los analistas han recortado su precio medio objetivo hasta los 4,07 euros por acción. Aunque esta cota se sitúa por encima de la fijada para la última colocación, su consecución sería para medio plazo y supone un descuento considerable si se mide con los 4,12 euros que el consenso de expertos fijaba para el valor antes de que empezara el desfile de resultados al cierre de marzo.