Este descenso se debe, principalmente, a que en el mismo periodo del año pasado alcanzó un beneficio neto de 5.561 millones de euros por el impacto de su proceso de reestructuración.

La compañía registró en los tres primeros meses de 2018 unas ventas de 300 millones de euros, un 11% menos que el año anterior, de las que el 89,9% correspondió al negocio internacional. Este descenso es consecuencia de la finalización de proyectos en construcción durante 2017, según Abengoa.

Ebitda de 43 millones de euros

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) ascendió a 43 millones de euros, un 280% por encima del obtenido en el mismo período del ejercicio 2017. Según ha indicado, la mejora en el Ebitda se explica, principalmente, por la reducción de gastos generales y la ausencia de ajustes por gastos de asesores relacionados con el proceso de reestructuración financiera en 2017.

El resultado financiero fue negativo, de 109 millones de euros, frente a la cifra positiva de 6.268 millones de euros del mismo periodo de 2017. Según ha explicado Abengoa, esta diferencia se debe al impacto positivo en el primer trimestre del año pasado por la reestructuración de la deuda financiera del grupo, así como al gasto financiero registrado en 2018 en relación a los contratos de financiación de New Money y Old Money.

El impacto de Atlantica Yield

Por otra parte, el resultado procedente de la participación en sociedades asociadas pasó de suponer un gasto de dos millones de euros en marzo de 2017 a un ingreso de 112 millones al cierre del tercer mes de este año, debido a la venta del 25% de su participación en Atlantica Yield, gracias a la que redujo su endeudamiento financiero hasta 5.080 millones de euros.

Además, se espera una reducción adicional en el corto plazo por la venta del 16,5% restante de Atlantica Yield, en el marco de su plan de desinversiones.