Esta decisión se produce tras el anuncio de la empresa de telecomunicaciones británicas para adquirir los activos del operador de cable estadounidense Liberty Global en Alemania, República Checa, Hungría y Rumanía, cuyo valor se cifra en 18.400 millones de euros.
En opinión de S&P, esta adquisición mejorará la competitividad de Vodafone, especialmente en Alemania, donde aumentará significativamente su cobertura de red, y posiblemente será beneficiosa para el grupo en términos de perspectivas de crecimiento, rentabilidad y flujo de caja operativo.
No obstante, la calificadora de riesgos no cree que este acuerdo de compra sea "transformador" a nivel del grupo, ya que agrega menos del 15% a su Ebitda. Además, aunque puede que fortalezca su posición en Alemania, Vodafone continuará siendo en gran medida un operador de "solo red móvil" en otros mercados europeos clave como Reino Unido e Italia.
Asimismo, en comparación con su rival alemán, Deutsche Telekom (DT), S&P todavía ve al grupo británico más expuesto a los mercados emergentes y como un jugador menos dominante con la posición de su competidor DT.
De esta forma, S&P prevé un aumento en el apalancamiento ajustado de Vodafone al cierre de la adquisición a 3,2-3,5 veces, mientras que estima que se producirá un aumento de la competencia en los próximos doce meses en Italia y España. De igual forma, la calificadora critica que el grupo haya relajado su política financiera.
El pasado viernes, Moody's puso en revisión para una posible rebaja la nota crediticia de Vodafone tras el acuerdo alcanzado con Liberty Global. "Situamos la calificación de Vodafone en revisión para un empeoramiento de la nota debido al deterioro esperado en las métricas de crédito una vez se complete la adquisición, así como por la tolerancia de la compañía a operar con un mayor apalancamiento que en el pasado", aseguró la agencia.