El cambio climático se manifiesta, cada día, con más fuerza. Por eso, el sector energético tiene que dar una respuesta "rápida y rigurosa", fortaleciendo sus alianzas e impulsando sus objetivos de forma firme para lograr una respuesta "global y ambiciosa".
Así ha defendido José Bogas, consejero delegado de Endesa, la necesidad de que las empresas eléctricas lleven la batuta en el proceso de transición energética, algo con lo que "están muy comprometidas" y se lleva trabajando "durante años", "aunque queda camino por recorrer".
"Es necesario lograr una transformación gradual hacia un modelo energético eficiente y descarbonizado", ha afirmado Bogas durante la presentación de la 'Guía de Buenas Prácticas para la Gestión del CO2 en España'. El CEO de Endesa ha reiterado el compromiso de la eléctrica con este proceso y ha asegurado que "juntos podremos abordar este desafío mundial que nos afecta a todos".
En esta guía se subraya que España es un país "altamente vulnerable" a los impactos del cambio climático debido a su situación geográfica y las características socioeconómicas. Como respuesta se creó el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático (PNACC), vigente desde 2006, y que fija el marco para las iniciativas y actividades de evaluación, vulnerabilidad y adaptación al cambio climático.
Además, a nivel internacional, España está comprometida con los objetivos de la Unión Europea y con el Acuerdo de París, por lo que tiene la obligación de lograr que la economía sea neutra en carbono para el año 2050. En este sentido, el Gobierno se comprometió a desarrollar un margo legislativo nacional para cumplir estos compromisos, razón por la que ya se han comenzado los trabajos para elaborar una Ley de Cambio Climático y Transición Energética que aborde estos compromisos de forma transversal.
En Endesa defienden que esta transición hacia la descarbonización debe garantizarse la seguridad de suministro "y evitar nuevas inversiones ineficientes en combustibles fósiles". Para lograr una economía sin carbón para 2050, "el impulso de las renovables y la electrificación de la demanda son protagonistas en nuestro plan estratégico 2018-2020", ha añadido.
Guía para las empresas
El informe, dirigido y elaborado por la eléctrica que preside Borja Prado en colaboración con el Club de Excelencia en Sostenibilidad, expone la actualidad en materia de cambio climático y la contribución que ya está haciendo el sector privado.
La eléctrica es consciente de que la mayor parte de las compañías tienen ya su estrategia definida en materia de emisiones basadas, principalmente, en la disminución del uso de combustibles fósiles, la apuesta por fuentes de energía sostenibles o el cálculo de la huella de carbono para tener controladas las emisiones contaminantes que se realizan.
Aun así, esta guía de buenas prácticas, que recoge varios ejemplos sobre inciativas empresariales orientadas a la reducción de emisiones, se marca un objetivo: pretende inspirar para que grandes y pequeñas empresas que operan en España lleven a buen puerto su "compromiso con la reducción de gases contaminantes" derivadas de su actividad. Además, ofrece las claves para que las compañías aprendan a gestionar su huella de carbono, tanto en su medición como en la gestión, ya que servirá para gestionar los riesgos y oportunidades de una compañía e incorporar el "componente carbono" a la toma de decisiones sobre el negocio de una forma transversal.
En el caso de la eléctrica, comenzó a medir su huella de carbono en 2009. Entre las iniciativas relevantes en este sentido, la guía incluye el 'Bosque Endesa. La Atalaya', que consistió en la restauración forestal y ecológica de terrenos degradados en toda la península mediante la siembra y plantación de especies autóctonas. Endesa destaca su carácter pionero en el sector al haber sido la primera firma en obtener "la inscripción de un proyecto propio de restauración forestal en el apartado de sumideros del Registro de huella de carbono, compensación y proyectos de absorción de la Oficina Española de Cambio Climático".
Otro de los proyectos incluidos es 'Seat al Sol', la planta fotovoltaica más grande en el sector del automóvil. Esta instalación, 53.000 paneles en la fábrica de Martorell de Seat, genera 17 millones de kilowatios hora al año, es decir, casi el equivalente a la energía que requiere el fabricante de automóviles para cubrir el 20% de la producción de su Seat León al año.