Se trata de modificaciones en el sistema de créditos reembolsables de Airbus para el desarrollo de su avión gigante A380 y del A350, con las que el fabricante europeo dijo esperar que la OMC pueda darle el visto bueno completo.

En un comunicado, explicó que esos cambios notificados por la Unión Europea responden al dictamen del pasado día 15, en el que la OMC consideraba que ese sistema no respetaba completamente las reglas de la competencia en el mercado aeronáutico.

Está en cuestión si el grupo europeo se había beneficiado en esos créditos reembolsables de un tipo de interés ventajoso gracias al respaldo de los Estados, que no habría conseguido si se hubiera tenido que financiar directamente en el mercado.

Airbus no difundió los cambios que ahora presenta a la OMC alegando que, como los términos originales del contrato de los préstamos, son confidenciales, pero subrayó que "están alineados con las actuales condiciones del mercado".

Una portavoz insistió a Efe en que tienen "plena confianza" en que el órgano de contenciosos de la organización dará luz verde, tras recordar que en su documento de la semana pasada reconoció que Airbus y la UE respetaban la mayoría de las condiciones y solo hacían falta unos "ajustes menores".

Por otra parte, el fabricante europeo reiteró su postura en favor de un "acuerdo negociado" con EEUU y con Boeing para poner fin a un contencioso que se prolonga desde hace 14 años.

A ese respecto, dijo esperar "la misma actitud constructiva" de la otra parte en la cuestión que se dirime en paralelo en la OMC sobre las subvenciones recibidas por Boeing para los programas de sus aviones 787 (5.000 millones de dólares) y para el nuevo 777X (8.700 millones de dólares).

Según las estimaciones de Airbus, desde el comienzo de las disputas con su competidor estadounidense, los efectos de las ayudas sucesivas que ha recibido Boeing le han hecho perder ventas por un valor de unos 100.000 millones de dólares.