Deliveroo acaba de sufrir su primera condena contra su modelo laboral basado en que los riders sean autónomos. Un juzgado de Valencia ha fallado contra la compañía de reparto de comida a domicilio tras un juicio con uno de sus repartidores, y declara que no puede ser considerado como un autónomo, sino como un asalariado.
El extrabajador ha visto cómo la magistrada considera que su despido debe ser declarado "improcedente" y, por tanto, ahora la multinacional debe decidir si quiere readmitirlo o indemnizarlo.
De este modo la Justicia da la razón a quienes consideran que los riders de Deliveroo son falsos autónomos, algo que también había apuntado en su momento la inspección de trabajo que llegó a reclamar 160.000 euros en cotizaciones sociales. ¿Por qué? Básicamente porque los trabajadores no controlan en ningún momento la cadena de producción de la compañía, y están supeditados en todo momento a las decisiones y órdenes que Deliveroo les fija durante su horario laboral.
En concreto, y según explica el profesor Adrián Todoli, la sentencia argumenta que los repartidores están controlados por la empresa a través de GPS, que vigila también el tiempo de reparto. Además, señala que tanto la app como la página web son propiedad de Deliveroo y, además, es la propia empresa la que se ocupa de fijar los precios por la distribución de comida rápida.
Otro de los puntos en los que se fija la juez para considerar que un trabajador de Deliveroo es un falso autónomo está en que los riders desconocen qué restaurantes pertenecen a la plataforma, ni la carga de trabajo que tienen. Y, por si fuera poco, considera -basándose en buena medida en la publicidad de la propia marca- que los repartidores son la "cara de Deliveroo", es decir que representan a la firma ante sus clientes pues en muchos casos es el único contacto que estos tienen con la compañía más allá de la aplicación para hacer el pedido.
Se trata de una sentencia pionera que puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia,pero que fija ya una tendencia de lo que pueden ser las próximas resoluciones judiciales contra plataformas como Deliveroo, pero también para otras como Glovo o Ubereats.
No es el primer caso trabajador que recurre ante la Justicia por sus condiciones laborales en la plataforma de comida rápida. Tanto en Valencia como en Barcelona hay varias denuncias presentadas que tendrán que resolverse en los próximos meses.