Repsol inicia su transición energética: entra en el mercado eléctrico y mira al autoconsumo
- Si logra su meta de 2,5 millones de clientes en electricidad y gas, se colocaría en cuarta posición respecto a las posiciones actuales, por detrás de Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa.
- Josu Jon Imaz, CEO de la petrolera, ve en la generación distribuida un "importante vector de crecimiento" para la compañía en el futuro.
Repsol quiere convertirse en una ‘multienergética’. El plan de la petrolera para salir bien parada de la transición energética que pide el fin de los combustibles fósiles pasa por apostar por las renovables, ganar músculo en el negocio del gas e irrumpir en el mercado eléctrico español como generador y como comercializador.
Para lograrlo, Repsol se suelta un par de agujeros del cinturón una vez saneado su balance. Se acaban las estrecheces y prevé invertir 15.000 millones entre 2018 y 2020, de los cuales 2.500 millones se destinarán a proyectos en bajas emisiones de CO2 y buscará el desarrollo de nuevas oportunidades de negocio a largo plazo.
En este epígrafe tan amplio, el plan de la petrolera pasa por entrar en el mercado eléctrico ibérico para comerle un trozo de tarta a los cinco grandes: Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP y Viesgo. Lo hará como generador y comercializador, apoyándose tanto en las renovables -con un impulso en la generación distribuida- como en los ciclos combinados, ya que defiende que el gas debe ser un elemento clave ahora que llega el momento de apagar el carbón.
De hecho, con su objetivo de llegar a 2,5 millones de clientes en el mercado minorista de gas y electricidad, la petrolera golearía a Viesgo (2%) y se situaría a la altura actual de EDP (5%). Para 2025, con los deberes cumplidos, se colocaría en cuarta posición respecto a la situación actual del mercado, por detrás de Endesa (34%), Iberdrola (23%) y Gas Natural (14%), según los datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Según detalló el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, la compañía repartirá la inversión destinada a este negocio dirigiendo 1.000 millones al mercado mayorista de gas y al minorista de gas y electricidad, y los 1.500 millones restantes servirán para dar un impulso a la generación.
En el mercado mayorista de gas, la hoja de ruta pasa por crear un negocio "exitoso" que asegure "un suministro de gas competitivo" y captar una cuota de mercado de un 15% para 2025. “Con un 15% estaríamos en una posición relevante. En electricidad, la posición sería más modesta, pero evidentemente con un objetivo: buscar crecimiento para Repsol y valor para los accionistas”, subrayaba Imaz.
El gas, clave en la transición energética
Sin revelar muchos más detalles sobre el plan para el negocio minorista, Imaz destacó que Repsol cuenta con la ventaja de ser una marca conocida por el público y que en los próximos meses darán más detalles sobre la forma que tomará su comercializadora.
“La estrategia comercial la daremos a conocer a medida que empecemos a tener presencia efectiva en el mercado”, comentó el consejero delegado recordando que hace apenas tres semanas que se ha cerrado la venta de su participación en Gas Natural Fenosa.
Imaz reconoce que ahora que se han desprendido de su 20% en la gasista, nada les impide explorar esta línea de negocio. Además, esta venta les ha proporcionado 3.800 millones que podrán destinar a este plan y les evitará recurrir al apalancamiento.
“Hay que ir migrando del carbón a otras tecnologías para reducir las emisiones y en esto el gas va a tener un papel relevante”, afirma el CEO de Repsol al tiempo que reitera que la petrolera quiere ser “parte de la solución” en la transición energética. Bajo su punto de vista, dada la intermitencia de las energías renovables, se requiere una tecnología de respaldo y el gas puede cumplir esa misión.
Actualmente Repsol “produce más gas que petróleo”, asegura Imaz. Con un 60% de producción basada en gas, la petrolera sigue los pasos de otros competidores como Cepsa, que en enero se lanzó a la venta de luz y gas con el objetivo de rascar un 10% de cuota de mercado.
Como generador de electricidad, la petrolera quiere elevar su capacidad de generación -en renovable y ciclo combinado- de los 600 megavatios (MW) actuales a 4.500 MW. Aunque la clave del plan pasa por "impulsar el crecimiento orgánico" confiando en la capacidad que tiene la petrolera, para ampliar esta capacidad, ya están también en conversaciones con empresas del sector, confirma el ejecutivo.
En principio, se descartan compras millonarias de activos fuera de España. Según Imaz se centrarán en la península, más en concreto en España, y con la condición de que ofrezcan como mínimo una rentabilidad superior al 10% y que no sean activos regulados.
"(Destinaremos) 1.000 millones de euros a gas (mayorista y minorista) y 1.500 millones a generación renovable (en Iberia). No vamos a ir comprando activos (sueltos), queremos capacidades", aseguraba Imaz a periodistas durante la presentación del plan estratégico.
Impulso de la generación distribuida
En esta nuevo negocio orientado a la generación de bajas emisiones, Repsol habla también de generación distribuida -basada en que la fuente de energía esté lo más cerca posible de su destino-. La intención de la petrolera es impulsar la generación a pequeña escala tanto para empresas como particulares.
“Vamos a ser actores en todos los servicios energéticos y de valor que puedan generarse en torno a estos clientes, no hablo de hacerlo en estos dos años, hablo hacia el futuro: vamos a ser actores relevantes en la generación distribuida en España”, anunciaba el consejero delegado de la petrolera apuntando a un modelo de distribución energética más descentralizado y enfocado al cliente. Un guiño hacia el autoconsumo.
Para esto, Imaz reconoció que son necesarios cambios regulatorios, una mayor apertura del mercado, algo a lo que el recién estrenado Gobierno socialista podría estar más abierto que el anterior. De hecho, el propio Pedro Sánchez ha convertido la eliminación de las trabas al autoconsumo energético en una de las apuestas de su Ejecutivo.
"Queremos competir, queremos hacer una apuesta tecnológica, una apuesta industrial, queremos llegar al cliente y hacerlo con el máximo desarrollo tecnológico para mejorar su servicio”, explicaba Imaz. “Por tanto, la generación distribuida va a ser en el futuro uno de los vectores de crecimiento de Repsol sin las ataduras que tienen en estos momentos otras compañías para llevar adelante este tipo de negocios”.
El mercado y los analistas saludaron los planes de Repsol. Su acción cerró este miércoles con un avance de casi un 3%, hasta los 16,4 euros. Desde Morgan Stanley ven con buenos ojos que “los fondos de la venta de Gas Natural sirvan para reinvertir en su negocio y crecer de forma orgánica sin necesidad de adquisiciones”, según un informe para clientes.