Bruselas prepara otro golpe contra Google por su abuso de posición dominante a causa de Android, su sistema operativo para móviles.
La Comisión Europea está ultimando los detalles de la que será la más importante de un trío de investigaciones que tiene abiertas contra el gigante de Internet por violación de las normas de competencia.
Se prevé que la comisaria de este área, Margrethe Vestager, anuncie el negativo resultado de estas indagaciones en las próximas semanas, ha señalado una fuente cercana al diario británico Financial Times.
Aunque se espera que se le imponga una multa por este caso, la cuantía todavía no está clara. La Comisión está preparada para imponer sanciones de hasta 11.000 millones de dólares -unos 9.300 millones de euros-, pero normalmente toma decisiones que quedan por debajo de ese techo. Esta cuantía supondría alrededor de un 10% de los ingresos totales de Alphabet, la matriz de Google.
Esta nueva multa se suma a la de 2.400 millones que Vestager impuso a la compañía en junio del año pasado por abusar de su dominio con su servicio de comparación de compras Internet Google Shopping.
Tres años de investigación
Un 80% de los smartphones en todo el mundo utilizan el sistema operativo Android, una fuente de ingresos vital para Google a medida que aumenta el número de usuarios que utilizan dispositivos móviles (tabletas y teléfonos).
La investigación del sistema operativo de Google arrancó en 2015 y, un año después, la comisaria Vestager presentó un pliego de cargos donde se acusaba a Google de obligar a preinstalar su buscador y su navegador (Chrome) a los fabricantes de teléfonos móviles que desean utilizar su sistema operativo.
Además, según la CE, Google obligaría a los fabricantes a no modificar Android -siendo un sistema abierto- si quieren utilizar las aplicaciones que desarrolla el propio Google.
Por otra parte, el gigante estadounidense habría ofrecido incentivos económicos a los fabricantes de dispositivos y a los operadores de telefonía para que utilicen exclusivamente sus productos.
La resolución de esta investigación añade tensión a la batalla que la Comisión mantiene con Google desde hace ocho años, cuando inició la investigación de Google Shopping que derivó en la millonaria multa de 2017.
Esta investigación, en la que Google rechaza estar violando las leyes de competencia, es el caso más sensible para la compañía porque apunta al negocio que ha servido para que apuntale su posición en el segmento de búsquedas y publicidad en dispositivos móviles.
La tercera investigación que tiene abierta contra la tecnológica trata de esclarecer si ha excluido injustamente a sus competidores de las páginas web que utilizan su motor de búsquedas y publicidad.