Los contrincantes vuelven a ser los mismos en Sacyr. Sin embargo, el campo de batalla está muy cambiado desde el último enfrentamiento. Aunque el empresario José Moreno Carretero ha elegido otra junta anual de accionistas, la que se celebra este jueves, para medirse con el presidente Manuel Manrique, la constructora acude a la cita en un estado de salud financiero y de cotización mucho más saneado.
El análisis de los que más de cerca siguen la evolución de Sacyr es coincidente: su concentración en el negocio constructor de infraestructuras ha repercutido positivamente en su balance y la compañía no tiene ya nada que envidiar a sus rivales en cuanto a márgenes, generación de caja y valoración relativa frente a beneficios. Es más, en cuanto al flujo de caja libre, puede dar lecciones a sus competidoras, sostienen. Este es el caldo de cultivo que ha generado una lluvia de mejoras de consejo inversor en los últimos meses y, a la postre, el giro alcista de su gráfica desde los 1,80 euros por acción de sus mínimos de diciembre.
En este punto se detiene Guillermo Torrego, analista de XTB, que destaca que su ratio PER, la relación más empleada para valorar lo cara o barata que cotiza una acción porque mide el número de veces que el precio recoge los beneficios, es ¿más baja que la de sus comparables¿. Añade que la adjudicación de nuevos proyectos en Latinoamérica y EEUU en sus ramas centrales de actividad impulsa al alza una gráfica que suma casi un 120% desde sus mínimos del año 2016, en los 1,18 euros por acción. Pese a esta remontada, el experto considera que el actual ritmo de contratación y mejora de balance ¿puede seguir tirando¿ de su cotización, a pesar de que el endeudamiento sigue siendo su talón de Aquiles.
La deuda del grupo, que ronda las 2,4 veces Ebitda, es uno de sus más viejos caballos de batalla. Aquí, la posible desinversión de Vallehermoso, rama de negocio que cayó como apellido de la compañía en 2013, sería un punto clave. Así lo destacaban recientemente los analistas de Bankia en un informe en el que estimaban que solo la refinanciación de sus 1.217 millones de euros de deuda supondría ¿un impacto positivo en la valoración de los activos de Sacyr¿ al punto de fijar precio objetivo en 2,95 euros por acción frente a los solo 1,60 euros que ahora encuentran justificables por fondos propios.
Al cierre del primer trimestre del año, Sacyr había obtenido un beneficio neto de 35 millones de euros, un 11% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, gracias a su expansión internacional. Los ingresos internacionales alcanzaban un 61% del total del grupo y todavía no había recogido en sus cuentas su desembarco en EEUU, donde ya se ha adjudicado trabajos de infraestructuras por más de 45 millones de euros. Hasta marzo, la cifra de negocios había subido un 13% y el beneficio bruto de explotación, un 19%. Una combinación que ha animado a la compañía arecuperar el pago de dividendo recurrente.
Para mantener el ritmo de estas cuentas, David Galán, director de Bolsa General, destaca dos pilares básicos: la expansión en el mercado estadounidense al ritmo del plan de infraestructuras de la administración Trump y el plan estratégico recién presentado por Repsol, compañía en la que Sacyr controla un 8,2% del capital. ¿La diversificación geográfica, la expansión económica y la subida de la petrolera¿ conforman el cóctel alcista que una vez superados los 2,71 euros por acción podrían impulsar su gráfica ¿sin demasiado problema¿ hacia la zona de 3,40 euros. Por lo contrario, una caída hacia los 2,09 euros activaría una figura de doble techo que abriría la puerta a descensos.
EL PULSO DE MORENO CARRETERO
En medio de este escenario, en el que para Nicolás López, director de análisis de MG Valores, ¿la duda es cuánto tiempo va a tardar en romper los 2,80 euros de resistencia para escapar del actual movimiento lateral y retomar las alzas¿, ha aparecido Moreno Carretero. El pulso a Manrique se llevaba gestando un año, pero su irrupción en este momento no hace otra cosa que echar gasolina al motor de la remontada, coinciden los analistas.
Si solo se tratase de un pulso de poder en el seno del consejo de administración de Sacyr, la cuestión no habría trascendido de una fase de cierta volatilidad. La diferencia reside en que Demetrio Carceller se ha cuidado muy mucho de engordar su cartera hacia la cota del 20% para defender al presidente en la junta, mientras que el díscolo Moreno Carretero ha vuelto a anunciar su intención de incrementar posiciones en la constructora. La misma a la que Torrego sitúa, por ahora, en travesía lateral pegada a los 2,50 euros por acción y en la que ve oportunidad de entrada si este enfrentamiento llegase a provocar alguna corrección pasajera en el valor.
Esta lucha de intenciones que se baja al terreno de la inversión es la clave de la palanca alcista. ¿El ruido no importa a nadie¿, dice Galán, en alusión al episodio que hace justo un año se desató cuando Moreno Carretero exigió un segundo puesto en el consejo por contar con más de 14% de Sacyr en cartera, si bien la mayoría de esta posición se construye con derivados. Manrique se lo negó y en su lugar cedió uno de sus puestos -más otro de Carceller y otro del expresidente José Manuel Loureda- a tres vocales independientes.
Mientras el inversor díscolo ha seguido reclamando más asientos en la cúpula de la compañía, otros institucionales como la gestora Cobas que capitanea Francisco García Paramés ha hecho hueco a la constructora entre sus apuestas y el precio objetivo de consenso que recoge Thomson Reuters ha engordado hasta los 2,84 euros por acción. Mientras que este miércoles Moreno Carretero probablemente terminaba de preparar su discurso ante la junta de Sacyr, Repsol anunciaba su intención de alcanzar el euro por acción en dividendos para 2020.
STOP LOSS Y PRECIO OBJETIVO
El ataque a los 2,80 euros, el precio en el que el grueso de los analistas técnicos consultados sitúa la resistencia más inminente de Sacyr, parece estar a la vuelta de la esquina mientras los inversores tengan en mente que ambos accionistas destacados siguen a la caza de títulos para reforzar el peso de sus exigencias. Sin embargo, los expertos aconsejan no olvidar que sus movimientos de cotización acostumbran a ser más bruscos que en otros nombres del sector, por lo que insisten en la necesidad de operar siempre con cierre a pérdidas (`stop loss¿) en este valor que saca más de 12 puntos porcentuales de rentabilidad al Ibex 35 desde enero.
Hace tres meses, solo un 27% de los analistas consultados por Reuters aconsejaba comprar acciones de Sacyr. El calentamiento del petróleo con sus implicaciones para Repsol, la mejora sostenida de cuentas de los últimos trimestres y el regreso de la lucha de Moreno Carretero han aupado esta cifra hasta el 45%.