El acuerdo se ve como un punto de inflexión para una industria de medios que ha sido superada por compañías como Netflix Inc y Google, que producen contenido y lo venden en línea directamente a los consumidores, sin requerir una costosa suscripción de cable.
Los distribuidores, incluidos operadores de cable, satélite e inalámbricos, ven la compra de compañías de contenido como una forma de generar nuevos ingresos.
La decisión también podría provocar una cascada de compañías de TV paga comprando cadenas de televisión y empresas que producen películas.
La fusión, que incluye deuda, sería el cuarto mayor acuerdo jamás realizado en el mercado global de telecomunicaciones, medios y entretenimiento, según datos de Thomson Reuters. También sería el duodécimo mayor acuerdo en cualquier sector, mostraron los datos.
El Departamento de Justicia entabló una demanda para detener el acuerdo en noviembre de 2017, diciendo que la propiedad de AT&T tanto de DirecTV y Time Warner le daría a la compañía una ventaja injusta frente a los proveedores de cable rivales que dependen del contenido de Time Warner como CNN y "Game of Thrones" de HBO.
En un juicio de seis semanas, AT&T argumentó que la compra de Time Warner le permitiría obtener información sobre los espectadores necesarios para orientar la publicidad digital, algo que Facebook Inc y Google de Alphabet Inc ya hacen.
AT&T y otros proveedores de servicios inalámbricos necesitan encontrar nuevas fuentes de ingresos a medida que el mercado de la telefonía móvil se estanca y más clientes abandonan los costosos paquetes de cable y TV satelital en favor de servicios a los que pueden acceder en sus teléfonos o televisores.
La decisión también podría tener implicaciones para la potencial alianza de CBS Corp con Viacom Inc, que ya es incierta debido a una demanda entre el accionista controlador de CBS, Shari Redstone, y su junta directiva.