Es una de las palabras de moda. La hiperconectividad ha llevado a que las ciudades inteligentes sean ya casi una realidad cuando hace tan solo un lustro era una quimera. Pero la tecnología parece caminar de dos pasos en dos pasos y a una velocidad superior a la que nosotros creíamos.
Tráfico conectado, autobuses eléctricos, información al ciudadano casi instantánea o administración pública más transparente son algunas realidades que ya se pueden ver en las grandes metrópolis españolas para garantizar la sostenibilidad. Todos estos puntos se debatieron este martes en El I Foro Smart Cities EL ESPAÑOL, que fue organizado junto a Fundación Cajasol, Junta de Compensación Valdebebas e Instituto Cajasol.
De hecho, Cajasol es una de las corporaciones que más empeño ha puesto para impulsar las Smart Cities. “Existe una amplia oferta en las ciudades como plantas para recargar bicis, pasos de peatones inteligentes o aplicaciones para reactivar espacios degradados como para pensar que vamos en el buen camino”, explicó Sol Cruz Guzmán, coordinadora del Programa Wake Aup sobre Emprendimiento y Smart Cities, que se ha estrenado recientemente.
Un claro ejemplo de la transformación de las ciudades es el que puso Juan Gascón, director de Innovación de Ametic. “Hace tan solo 20 años empresas como Google no existían y ahora no podríamos vivir sin un teléfono porque, además, nos hace la vida más sencilla”, comentaba al inicio de su ponencia. Ante este reto, indicó que “no se debe tener miedo” y felicitó a las ciudades españolas ya que “están a la vanguardia de la conectividad”.
Y como claro ejemplo de la buena salud de la que que gozan las ciudades españolas hubo una nutrida representación de las principales Smart Cities en nuestro país. Es el caso de Logroño. La alcaldesa y vicepresidenta de la Red de Ciudades Inteligentes, Cuca Gamarra, indicó que hay un nuevo modelo que se traduce en un desarrollo económico, que definió con tres adjetivos: "Sostenible, compartido y colaborativo" y cuya implantación debe ser liderada por las ciudades. "Estamos sumidos en una nueva era, una nueva época en la que las ciudades estamos obligadas a convertirnos en auténticos protagonistas".
La alcaldesa expuso la transformación que en los últimos años ha experimentado la gestión de las administraciones públicas, que giraban en torno al gasto público y han ido adoptando estrategias "más modernas, efectivas y transparentes".
Por otra parte, Murcia, que también está muy implicada en la nueva realidad de las ciudades con la llegada de la tecnología, estuvo representada por Antonio Javier Navarro Corchón, cuarto teniente de alcalde y delegado de Urbanismo, Medio Ambiente, Agua y Huerta. El político considera que “las poblaciones tienen que contribuir a la movilidad, peatonalización, el transporte público sostenible y la conectividad” para poner nuevo rumbo al nuevo mapa que ya se dibuja.
Para ello, Murcia ya pone medios como la creación de una “auditoría que nos otorgue pistas de hacia dónde va el coche eléctrico”. A su vez, el político aseguró que “tenemos varias medidas como, por ejemplo, cargadores repartidos por las principales calles, exención en el estacionamiento ora, aparcamientos especiales o ayudas en la compra de los nuevos automóviles”.
La realidad en la que se han convertido las Smart Cities quedó reflejada en el comentario que hizo Modesto Mezquita, coordinador de Innovación de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Valladolid ya que, a su juicio, “había demasiados proyectos piloto que afortunadamente, ahora son proyectos testados y de los que empresas, Administración y ciudadanos están siendo partícipes”.
La importancia del ciudadano
La capital española es otra de las ciudades que ya ha dado el ‘sí quiero’ y se ha subido al tren de la conectividad. Ezequiel Domínguez Lucena, coordinador general de Planeamiento Desarrollo Urbano y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, quiso rebajar, no obstante, la euforia y arguyó que “existe un abuso de la palabra 'smart' para las nuevas ciudades”.
Por eso, cree que antes de anteponer que la tecnología resuelva nuestras vidas, lo más eficiente es que sean los propios ciudadanos quienes sean los encargados de ello. “La tecnología debe ser el enganche perfecto para avanzar”, sostuvo. En cuanto a las dos principales cuestiones que se deben resolver se refirió al “el coche y la vivienda ya que consume el 90% de la energía total de las ciudades”.
En la misma dirección que el delegado de urbanismo de Madrid remó una de las voces autorizadas en la mesa. María Rosario Heras Celemín, jefa de la Unidad de Eficiencia Energética en la Edificación de Ciemat, consideró que “la inteligencia la tienen los seres humanos”, por ello son los propios ciudadanos los que "deben ser los encargados de aplicar la inteligencia a las ciudades".
La gran dimensión que acaparan las grandes ciudades provoca arrastrar a otras ciudades cercanas a la capital. Es el caso de Alcobendas y Valdebebas, uno de los proyectos más ambiciosos en la Comunidad de Madrid.
En este sentido, el alcalde de la ciudad del norte de Madrid, Ignacio García, explicó que, entre otros de los beneficios, el principal es la transparencia que otorga a la política estar hiperconectado. “Genera confianza en nuestros ciudadanos porque pueden comprobar hasta el más mínimo detalle. También consideramos que la seguridad de cara a nuestros vecinos es prioritario”.
Para Marcos Sánchez, Director Gerente de la Junta de Compensación Parque de Valdebebas, “la transformación en España ha sido tremenda y obtener datos de nuestro alrededor nos permitirá tomar el pulso para saber lo que necesita el ciudadano”.
Otro de los retos, y las ventajas, con las que las Smart Cities cuentan es la aplicación de las nuevas tecnologías en la administración. "La burocracia es algo pesado para los vecinos", aseguraba Marcos Sánchez. En este sentido, según el gerente, ya se pueden realizar trámites como registros de la propiedad a través del "blockchain, una de las tecnologías más disruptivas en los últimos meses".
En todo este contexto, Antonio Pulido, presidente de la Fundación Cajasol, explicó que el futuro de las Smart Cities otorgará una perspectiva positiva en aspectos tan importantes como “movilidad, emprendimiento y nuevos espacios económicos” que ayudarán a crecer a las ciudades conectadas.
En este debate se llegó a la conclusión de que las ciudades conectadas conseguirán algo con lo que se lleva soñando desde hace mucho tiempo: la sostenibilidad. “La conectividad nos hace ser más sostenibles y ser más eficientes en la gestión”, argumetó Ezequiel Domínguez Lucena.
Diferenciación de las ciudades
Todas las ciudades buscan la distinción. Sea por su paisaje, por sus zonas verdes, por su legado o por su historia. El caso es que cada una de ellas quiere ser diferente al resto. Y, por supuesto, querer ser la mejor y ofrecer un amplio abanico de comodidades.
Daniel Fletcher, responsable del departamento de Sistemas de Obras de la Comunidad de Madrid, puso de relieve este hecho y consideró que en el ecosistema de las Smart Cities “estamos viviendo una competición para atraer el talento, inversión, visitantes”, por lo que Administración y vecinos deben ponerse manos a la obra. En este contexto, Juan Carlos Ramiro, director general de Centac, enfatizó en que una ciudad perfectamente conectada tendrá “un beneficio económico implícito”. Además consideró que “las Smart Cities deben ayudar a todas las personas con diferentes discapacidades” en búsqueda de la “autonomía individual”.
A vueltas con las ayudas
Ante una disruptiva siempre surgen dudas. Y la legislación siempre es un tema espinoso. En este sentido, durante el foro también se habló de la regulación y de los deberes pendientes por instituciones públicas y privadas. Para Ernesto Salas, director de Relaciones Institucionales de Renault en España, desde el sector del automóvil se “echa de menos un plan estratégico nacional para activar la movilidad eléctrica y conectada. Solo se ha reducido a los ayuntamientos. Las instituciones deben impulsar la regulación y la ordenación”.
La misma opinión la compartió Paloma García, directora de Programa de Normalización y Grupo de Interés de la Asociación Española de Normalización, puesto que sostiene que “si bien son los gobiernos los que tienen que impulsar y trazar planes concretos”, los ayuntamientos deben conseguir objetivos.
Los automóviles serán el eje de las Smart Cities
2022. Esa es la fecha en la que Ernesto Salas señaló en rojo para que el sector del automóvil pase al siguiente panel, es decir, al coche hiperconectado. “Serán nuestros nuevos teléfonos móviles”, aseguró. Así pues, para ese año el directivo asegura que el “30% de las ventas de vehículos serán con tecnología electrificada”.
Por último, aseveró que, a pesar de que el sector debe culminar el reto de los coches electrificados, no debe olvidarse que existen otras fuentes de energía para automóviles como “el coche de gas comprimido o los híbridos”.
El foro contó con la difusión y colaboración de a3e, AMETIC, AMI, ADHAC, CEDOM, UNE, CENTAC, COIT, CGCOII, ENACE, Move2Future y PTC.