19:30 horas. Lucía sale de la oficina con prisas porque ha quedado a ver el partido de España en la otra punta de la gran ciudad. Queda media hora para que eche el balón a rodar y su trayecto en metro es de casi una hora. Ésta, como otras tantas, es una de las cientos de historias que han impulsado al crecimiento del alquiler por falta de tiempo de ciclomotores, coches y bicicletas. “El tiempo es oro en las ciudades y las personas se han dado cuenta que, por pocos euros, pueden recorrer las ciudades en apenas minutos”.
El que pronuncia estas palabras es el CEO de la primera empresa de motosharing en España, eCooltra. Esta startup de movilidad nació hace 12 años en Barcelona con apenas 25 motos. Hoy ya cuenta con 300.000 usuarios en seis países diferentes. La compañía cumplió en abril su primer aniversario en Roma, Lisboa y Madrid, lo que entre otras cosas le ha permitido aumentar su volumen de negocio un 183% respecto a 2017.
La necesidad de moverse en moto, después de dejar la suya en un taller por un problema mecánico, provocó que la bombilla se encendiese en la cabeza de Timo Buetefisch. “No había ninguna compañía que me alquilase la moto por días”, explica a EL ESPAÑOL. Años después de su ‘incidente’ con su vehículo, su idea hecha realidad facturó “más de 17 millones de euros en 2017”. Las previsiones, además, son halagüeñas, ya que para 2018 la previsión que manejan desde el despacho de cuentas es de 31 millones.
‘Deteniendo’ a los malos y ‘repartiendo’ pizzas
Pero los ciclomotores eléctricos que inundan el asfalto de las principales ciudades españolas no es el único nicho que ataca la compañía. Las líneas de negocio de esta startup, con sede en Barcelona, se dividen en tres.
Además de eCooltra, el alquiler por minutos a usuarios a través de la app, la empresa tiene a Cooltra, el negocio más tradicional ya que consiste consiste en alquilar motocicletas y ciclomotores a particulares que comprenden periodos desde días hasta meses.
La otra ventana de negocio que tiene la compañía dirigada por Timo Buetefisch es el ‘renting’ de flotas de motos eléctricas a empresas o estamentos gubernamentales. Así Cooltra es quien hace el ‘reparto’ de las pizzas que engullimos estos días viendo el Mundial -posee acuerdos con Telepizza y Domino´s Pizza- e incluso vela por la seguridad ciudadana ya que muchos de los vehículos de dos ruedas de la policía de varias localidades lucen su logo.
Salir de la M-30
Los usuarios que optan por el vehículo compartido demandan nuevas ventajas. Por ello, el CEO de eCooltra admite que en este otoño ampliarán los barrios en las principales urbes donde trabajan, entre ellas Madrid. “La M-30 se ha quedado pequeña y en los próximos meses ampliaremos zonas de servicio, entre ellas las que están en la periferia” de la arteria madrileña. A su vez, Buetefisch avanza que pronto aparecerán motos con su logo en nuevas ciudades españolas.
Otro de los grandes retos que tiene eCooltra en su agenda es la electrificación de todas sus motos. Actualmente, en palabras de su máximo responsable, el 50% de sus vehículos son eléctricos y entiende que es “fundamental que el 100% de su flota sea sostenible”.
“Nuestra competencia es el coche particular”
La electrificación de los vehículos, por tanto, es uno de los nuevos escenarios de la movilidad en las grandes ciudades, junto al coche conectado y al transporte compartido. En este sentido, Timo Buetefisch tiene claro cuál es la competencia de su compañía. “Nuestro rival es el coche en propiedad, el que es comprado en un concesionario, porque nosotros queremos cambiar la visión de la visión tradicional de la posesión”, indica.
Para entender el modelo de su negocio y, por tanto conocer el rival a batir, el CEO pone un ejemplo. “Cualquier vehículo de carsharing apenas pasa el 17% parado en un día, el coche o la moto propio se pasa el 99% parado. No tiene sentido”. Por ello no considera a las empresas de su mismo nicho como competencia. “No son rivales, son nuestros amigos, incluso Cabify y Uber. Tenemos que saber transmitir que es inútil que haya millones de coches propios por las calles”, subraya. La alianza entre estas empresas es tal, que el dirigente indica que “existen varios acuerdos colaborativos entre las diferentes compañías”.
Trabajo por hacer en las calles
Los beneficios de los coches compartidos para los consistorios de las grandes ciudades son, por tanto, agua de mayo. Por eso, tanto ayuntamientos como empresas de carsharing están en la misma frecuencia y, según reconoce Buetefisch, las relaciones son excelentes. “Desde el primer momento hemos tenido una buena predisposición con las formaciones políticas porque lo importante es solucionar el gran problema de la movilidad”, subraya.
No obstante, asegura que siempre hay “tiras y aflojas” con los ayuntamientos puesto que surgen problemas que no se habían producido anteriormente debido a que “este tipo de servicios no estaban a disposición de los ciudadanos”. Lejos de echar balones fuera, el CEO de eCooltra reconoce que "estamos teniendo un impacto sobre la ciudad y por eso los consistorios debe actuar en materia de regulación”.
Uno de los grandes problemas con los que se están encontrando los agentes de movilidad es el del mal uso de las motos y de los aparcamientos. “Nos llegan muchas multas de motos mal aparcadas en las ciudades. Debemos concienciar a la población para que aparque bien ya que las multas la paga el usuario”, anota.
En este contexto, el responsable de eCooltra considera que aún faltan varios aspectos importantes para que la movilidad sostenida y compartida sea una realidad.
“En primer lugar pedimos estacionamientos específicos para que no se repita la problemática del aparcamiento”, resalta. Además pone como nuevos retos “instalar un amplio número de puntos de recargas” y promover nuevos “beneficios económicos y privilegios por el uso de coches eléctricos”, puntualiza.