Hasta hace unos años, el viajero que se planteaba un albergue como opción de alojamiento tenía que luchar con las dudas que se arremolinaban en su cabeza para tomar la decisión: habitaciones sucias, baños compartidos, ruidosas zonas comunes… Los hostels se ganaron la fama de opción económica que, más allá de la experiencia mochilera, quedaba casi restringida a un público joven y con presupuesto limitado.
El sector ha encontrado la forma de reescribir su historia y sacudirse esa etiqueta de “cutre pero barato". Y en este cambio, los albergues le deben mucho a Generator Hostels, la cadena británica pionera del ‘lujo económico’ que aterrizó en Barcelona en 2014 y este mes ha abierto su nuevo hostel en Madrid.
Su impacto ha sido tal que tanto los hoteleros tradicionales como los fondos de inversión han puesto sus ojos en este rentable segmento ahora que el músculo turístico está a pleno rendimiento. Ellos se definen como "maestros de las experiencias sociales" y desde el mundo de la hotelería han visto cómo en una década pasaban de dos a 14 establecimientos en los corazones de las ciudades europeas de mayor atractivo.
Se les conoce como los ‘albergues pijos’, una etiqueta que, lejos del menosprecio con que muchas veces se utiliza, sirve para poner en valor su forma de entender este tipo de alojamientos: ubicación, diseño, apuesta gastronómica y una agenda de actividades que integran la cultura local para dinamizar la estadía de sus clientes.
“Generator apuesta por crear movimiento en la ciudad en la que se instala. Trabajamos con los artistas locales, organizamos eventos y sesiones con DJs conocidos. Buscamos las iniciativas que dinamicen el hostel y que nos integren en el ambiente local”, afirma a EL ESPAÑOL Elwin Meijvis, el responsable en España de Generator.
Su propuesta en Madrid tiene una meta: que más de la mitad de los clientes que pasen por su restaurante, su bar o su terraza en la azotea del número 2 de la calle San Bernardo, sean los propios madrileños.
La inversión para esta segunda apertura en España ha sido inferior a los 35 millones que costó poner en marcha el Generator Barcelona, indica el ejecutivo. La clave fue el precio del suelo, apunta. El edificio que ocupa Generator Madrid llevaba tiempo cerrado, algo que les benefició a la hora de comprarlo. El último uso de este edificio construido en 1930 fue el de gasolinera con aparcamiento.
Tras la reforma, que ha llevado más de dos años, los 6.000 metros cuadrados de espacio distribuidos en seis plantas dan cabida a 542 camas repartidas en 129 habitaciones (31 de ellas dobles y 20 dormitorios familiares), cafetería y bar, lounge y dos terrazas -con dos jacuzzis- en la azotea que prometen hacer las delicias de los clientes, forasteros y locales, cada verano. ¿Los precios? En función de la temporada, una cama en habitación compartida con baño propio puede costar 15 euros. Una habitación privada con baño, 49 euros.
"Generator es un hostel, con habitaciones compartidas, pero la calidad es lo primero. Hace una década apostamos por la experiencia del cliente en cuanto a seguridad, limpieza y el ambiente en el establecimiento, y creo que estamos muy por encima de algunos cuatro estrellas que hay en el mercado", apunta con firmeza Meijvis.
Madrid, una ciudad sin temporada baja
El Generator de Madrid llega en un momento clave. La capital lleva un par de años disfrutando de un momento dulce: al creciente número de turistas internacionales que optan por Madrid se suma un mayor gasto medio por persona (261 euros, según los últimos datos del INE) y, en consecuencia, un mayor interés de los inversores por conquistar esta plaza. Además de Generator, la socimi para la inversión turística de Excem, Situr, tiene tres proyectos en Madrid bajo la marca Lov Hostels que suman cerca de 1.000 camas.
“Antiguamente, Madrid era un mercado muy complicado, pero lleva dos años de mucho éxito”, asegura el ejecutivo. Cuando Generator se planteó su llegada a Madrid hace un lustro, agrega Meijvis, “el turismo había caído mucho por la crisis y era un tiempo complicado, pero eso se ha superado. En los últimos años, los números son buenos y las perspectivas hacia delante también”.
El cambio de tendencia en Madrid ha hecho que incluso el verano, la tradicional temporada baja para los hoteleros de la capital, marque buenas cifras de ocupación. Aun así, en Generator cuentan con tener meses de ocupación “baja, aunque pocos”, gracias tanto al buen tiempo como al calendario de festivos que favorece el flujo de turismo.
Este ejercicio es el año de arranque, con sólo seis meses operativos. Para el primer año, Meijvis estima que la ocupación llegará al 70% y pasará a casi un 80% para el segundo año.
La cadena ha pasado de facturar 5,5 millones en 2015 a alcanzar los 8 millones en el último ejercicio, apunta el responsable de Generator en España. La previsión es que Madrid alcance el nivel de Barcelona en un período de dos a tres años.
Es más, la operación en España ya genera beneficios, asegura Meijvis, y el ‘break even’ de Madrid podría “ser mucho más rápido que en Barcelona” gracias a la experiencia ganada en estos años y a que hay departamentos centralizados, como reservas o finanzas, que les ayudan a contener los costes. La cadena emplea a entre 70 y 80 trabajadores en España, dependiendo de la temporada.
Después de cuatro años en Barcelona, Meijvis asegura que “el balance es muy bueno” ¿Veremos más Generator en España? “Seguimos mirando y vemos cómo varios competidores están abriendo en otras ciudades”, dice Meijvis con una amplia sonrisa.
Hay ciudades muy atractivas, como Bilbao o San Sebastián, pero es complicado encontrar una ubicación que se adapte a sus necesidades. “Si ves el porfolio total, verás que no hay ningún Generator pequeño. El de Venecia es el más pequeño y se debe a la propia estructura de la ciudad más que a nuestra elección”, agrega. En estas ciudades del norte, donde no está permitida la obra nueva, es complicado abrirse un hueco, lamenta, pero la cadena estudia otras posibilidades que les encajen en el resto de la geografía española.
De Londres a Miami, dos décadas de andadura
Generator nació en Londres, como hostel independiente, hace más de 20 años. En 2002 dio su primer salto y abrió su primer establecimiento en Berlín. Hace una década el fondo Patron Capital vio el potencial de este segmento y compró la compañía.
Con este renovado músculo financiero, la empresa se convirtió en lo que es hoy día y de dos hostels pasaron a once, situándose en las ciudades de más atractivo para los viajeros en Europa: Copenhage, Dublin, Hamburgo, Amsterdam, Venecia, Roma, Estocolmo, París y Barcelona.
Además de Madrid, la cadena tiene previsto abrir a finales de verano su nuevo establecimiento en el corazón de Miami, en Estados Unidos. Este ha sido su primer salto al otro lado del Atlántico, pero ya están mirando más proyectos.
En total, con las dos aperturas de este año, la cadena cuenta con 14 hostels en 12 países. Más de 2.000 habitaciones y 8.200 camas. En marzo de 2017, el fondo Queensgate adquirió la compañía y marcó como meta llegar a 20 albergues en una década con una inversión que ronda los 300 millones de euros.
El foco está puesto tanto en Estados Unidos como en Europa, aunque Meijvis reconoce que en el Viejo Continente “no estamos enfocados en un país concreto”. Generator ya está en "muchas de las principales y populares ciudades", pero “Portugal nos encantaría, tanto Lisboa como Oporto”, comenta.
El foco real está en Estados Unidos. “Estamos mirando otros proyectos además de Miami, pero ninguno está confirmado. Todas las grandes ciudades nos interesan, estamos ya estudiando proyectos”, agrega.
Respecto a dar un salto más grande y llegar a Asia, el ejecutivo reconoce que aún es pronto. Aunque sean la firma más potente en su sector, “aún somos muy pequeños”. “Europa es muy manejable, por legislación común y distancias, llegar a Asia es más complicado, creo que es necesario crear un poco más de base antes de dar ese salto”.
En cuanto a su modelo de crecimiento, Generator apuesta por la propiedad. Sólo dos de sus establecimientos están en alquiler. Tanto Patron como QueensGate son fondos especializados en inmobiliario, por lo que a la hora de establecerse en una ciudad su primera opción es comprar el inmueble donde se va a operar el hostel. Eso no quita que estudien posibilidades bajo otro modelo, como el alquiler, si se presenta una oportunidad, comenta el ejecutivo.
Algo menos probable, indica Meijvis, es que la compañía se lance a construir de cero un Generator. Primero, porque las ciudades donde les interesa crecer “es complicado encontrar un solar donde construir un hotel y operarlo”; segundo, “porque muchos Generator están ubicados en edificios con historia y cultura. Un edificio nuevo no va con nuestro estilo”.