Morosos. Con todas las letras. Es lo que son: ¡Morosos! 4.316 empresas y particulares que adeudan más de 15.300 millones de euros al erario público. Vamos, que no le pagan ni a usted ni a mí, que les da igual (o no han podido) abonar las cotizaciones sociales, las retenciones, el IVA, el impuesto de sociedades y el IRPF.
Hablamos de 15.300 millones de euros, el equivalente al dinero que el Gobierno ha tenido que inyectar para financiar las pensiones en 2018; una suma similar al ajuste que Bruselas exige a España de cara al ejercicio 2019. Sin embargo, estas cantidades nunca llegarán a las arcas públicas, según reconocen miembros del departamento de inspección de la Agencia Tributaria con los que ha hablado EL ESPAÑOL.
Los cálculos de los técnicos de Hacienda (Gestha) estiman que cerca del 45% del total adeudado, casi 6.900 millones de euros, corresponde a empresas que se encuentran en situación de concurso de acreedores o están en liquidación. Vamos, que no se va a poder recuperar prácticamente un sólo euro.
¿El motivo? El orden de prelación de los cobros. Una vez que las compañías se declaran en situación concursal los primeros en cobrar son los llamados créditos privilegiados. Es decir, aquellos que están garantizados por hipotecas o prendas. Fundamentalmente deudas con los bancos que exigen este tipo de garantías.
Una vez que ya han cobrado los créditos privilegiados, llega el turno de la Agencia Tributaria y la Seguridad Social, pero no en todo lo que se les debía. Sólo se cobrarían cotizaciones sociales, retenciones, IVA, etc. A continuación cobran los trabajadores; después el resto de acreedores no privilegiados: es decir, proveedores o el resto de deudas tributarias como puede ser el Impuesto de Sociedades.
Así que, como reconoce el propio presidente de Gestha, Carlos Cruzado, “las posibilidades de recuperación de esas cantidades son más bien bajitas”. Tiene su lógica, si se tiene en cuenta que la mayor parte de las empresas en problemas son inmobiliarias, concesionarias de peaje o empresas relacionadas con la industria auxiliar de la construcción.
Difíciles de recuperar
¿Y los 8.400 millones de euros restantes? También será muy difícil recuperarlos, sostiene el experto. Y es que en la mayor parte de los casos (ya sean empresas o particulares) dirán que se ven sometidos a embargos por parte de deudores, entidades financieras o la propia Agencia Tributaria y, por tanto, no pueden pagar. Es el caso, por ejemplo de Rodrigo Rato, quien echaba las culpas de su incursión como gran novedad de la lista de este año a la propia Hacienda por embargar sus bienes.
Ahora bien, el máximo responsable de Gestha, recuerda también que conviene hablar de los motivos por los que han desaparecido 700 deudores del año pasado aquí. En total, 1.650 millones que ya no se adeudan. Algo que se debe, explica, a que algunos han pagado lo que adeudaban o han conseguido un aplazamiento o una refinanciación; mientras que otros han logrado que las deudas prescriban y, por tanto, se ha cancelado.