Aquellas fueron las pérdidas registradas dos meses antes de que la entidad fuera resuelta y comprada al simbólico precio de un euro por Banco Santander.
Así se desprende de los balances individuales de la banca española publicados por la Asociación Española de Banca (AEB), que constatan que Popular habría vuelto a beneficios después de registrar pérdidas de 12.218 millones de euros en el primer semestre de 2017 y de hasta 13.560 millones de euros en el conjunto del año fiscal.
Si se incluyeran los beneficios logrados durante el mismo periodo por Banco Pastor, Popular habría ganado 58,6 millones de euros hasta marzo, ya que las ganancias de esta filial, que ascendieron a 17,6 millones de euros, no están sumadas en el balance publicado por la AEB.
En los tres primeros meses de 2018, Santander informó de que había logrado un beneficio atribuido de 2.054 millones de euros, lo que suponía un incremento del 10% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impulsado por Brasil, España y México.
Solamente en España, el beneficio atribuido de la entidad cántabra aumentó un 26% entre enero y marzo, hasta situarse en 455 millones de euros. Estos resultados incluían ya el negocio de Popular. No obstante, Santander dijo que los costes habían aumentado debido a la absorción del banco resuelto, aunque se compensaron con las tendencias positivas en los ingresos comerciales y la mejora en el coste del crédito.