Ceuta y Melilla se convierten en paraísos fiscales para atraer a las casas de apuestas
Las dos ciudades autónomas se convertirán en un paraíso fiscal para el sector del juego.
5 julio, 2018 03:05Noticias relacionadas
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Este mes de julio tenía guardado otra buena noticia para las empresas dedicadas al juego. Además de los notables ingresos que obtendrán por el Mundial de Rusia de 2018, el sector tendrá una carga fiscal mucho menor tras la entrada en vigor de los Presupuestos Generales aprobados recientemente en el Congreso de los Diputados e ideados por Cristóbal Montoro.
A partir de este 4 de julio, tanto Ceuta como Melilla se convertirán en dos paraísos fiscales para el sector del juego. Tal y como se refleja en el BOE, “se minoran en un 50% los importes de las tasas sobre el juego, recogidas en el Real Decreto-ley 16/1977, de 25 de febrero, por el que se regulan los aspectos penales, administrativos y fiscales de los juegos de suerte, envite o azar y apuestas, minoración cuya finalidad es trasladar a las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla los beneficios fiscales que se recogen en otros impuestos para ellas”. O dicho en otras palabras: las compañías que residan en las dos ciudades tributarán mucho menos.
Según indica Ismael de la Cruz, analista de Investing.com, “para poder beneficiarse de esta reducción las sociedades deberán estar constituidas completamente en las ciudades autónomas y no bastará con simplemente domiciliar la empresa”.
Hasta ahora, el sector del juego online podía tributar de dos formas distintas. Una por los ingresos brutos y otra por los netos. Así, las compañías podían pagar gravámenes al 15%, en el primer caso, o al 25%, si las empresas optaban por la segunda. Con la entrada de los nuevos Presupuestos Generales, Montoro decidió simplificar el pago al fisco y abonarán el 20% sobre los ingresos netos.
Pero si las empresas deciden afincarse en Ceuta y Melilla -que presionaron a Montoro para imponer los nuevos gravámenes- , las bonificaciones serán de tan sólo el 10%. Un caramelo demasiado dulce para las casas de apuestas.
Esta bajada de impuestos a las casas del juego se debe, según argumentaba el antiguo Gobierno, a la lucha contra el fraude fiscal y poder atar en corto a empresas más opacas en su fiscalidad.
Muchos millones… y pocos impuestos
Esta notable rebaja de fiscalidad, por tanto, aliviará la presión fiscal sobre el sector del juego. Según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), el sector del juego online en España movió, solo en términos de cantidades jugadas, un total de 4.097,21 millones de euros durante el primer trimestre de 2018, un 15,2% más que el trimestre anterior (3.556,19 millones de euros) y un 28% más con respecto al primer trimestre de 2017 (3.198,67 millones de euros). Actualmente, hay un total de 51 operadores habilitados para ofrecer actividades de juego regulado en España.
Esta cifra se dispara si se cogen los datos globales anuales. El sector del juego en España movió más de 37.741 millones de euros en 2016 (aún sin datos del año pasado), un 10% más que el año anterior, según se desprende del Anuario del juego en España 2016/2017 de la Fundación Codere.
En este contexto, las casas de juego online ven con buenos ojos aposentarse sobre Ceuta y Melilla para beneficiarse en el pago de impuestos. Según De la Cruz, el sector online generó “más de 13.000 millones y sólo aportaron un total de 52,7 millones”. El experto indica que “dentro de la necesidad de reducir el déficit fiscal, la solución no pasa por deducir carga fiscal a este sector ya que no va a aportar especiales ventajas y tampoco crear empleo”.
Una de las paradojas a las que se deberá enfrentar el nuevo Gobierno es el aumento de impuestos a varios sectores mientras al del juego se le ha favorecido tras la entrada en vigor de los nuevos Presupuestos Generales. “Puede ser un poco contradictorio que se vayan a crear en impuestos a la banca y digitales mientras que a estas empresas se les baja”, sentencia Carlos Cruzado, experto en fiscalidad de Gestha.
Paraísos fiscales
La estrategia elaborada por Cristóbal Montoro no es nueva, ni mucho menos. Las casas de apuestas ya viven en otros lugares donde la tributación es laxa. Por tanto, mudarse a Ceuta o Melilla no les supondrá emprender un camino desconocido.
Tal y como se extrae del Anuario del Juego en España 2017, William Hill y 888 tienen sus sede fiscal en Gibraltar. Otras como Betfair, Bwin, Interwetten o Bwin eligen a Malta como el territorio en el que tributar sus impuestos.
Pokerstars, una de las casas de cartas más importantes del mundo también tiene su lugar paradisíaco donde gravar. En este caso, la compañía de poker tributa en la Isla de Man, que le exime, por ejemplo, de tributar sus cuentas en el Registro Mercantil de cualquier país europeo.
La excusa del Brexit
Montoro también ha sabido jugar bien sus cartas. La inestabilidad política en Reino Unido provocó que el anterior Ejecutivo español intentara enamorar a las casas de apuestas anglosajonas. Como ya se ha explicado, Gibraltar es uno de los territorios preferidos para estas corporaciones y la salida de la Unión Europea provocaría grandes estragos en sus cuentas.
Para Carlos Cruzado, no deja de ser otra excusa para aprovecharse de unos beneficios fiscales que se le han aplicado a estas sociedades. "Ellos seguirán pagando el impuesto de sociedades en sus paraísos, pero lo único que harán es ahorrarse una importante suma de dinero en concepto de impuestos", subraya.
Ni puestos de trabajo ni inversión
Uno de los argumentarios que ha repetido la patronal de las casas del juego es que el dinero ahorrado con una tributación más laxa se invertiría. Algo que no comparte Cruzado ya que “se ha visto como no se han creado puestos de trabajo directo y no se ha invertido en intentar frenar la adicción al juego”.
A su vez, recalca, que “las casas de apuestas solo invierten en campañas de marketing” para llegar al máximo de usuarios posible, para alegar, además que "crean nuevas oportunidades laborales en el mundo de la publicidad".