Si se cumplen sus perspectivas, la compañía alcanzará un valor de mercado de 54.000 millones de dólares, lejos de los 100.000 millones que se había marcado como objetivo inicialmente y que llevaban a pensar que su debut bursátil sería el mayor de los últimos años.
"Nunca dijimos por cuánto nos valoraban", se defendió ante la prensa en la presentación de la salida a bolsa el responsable financiero de la firma, Chew Shou Zi, quien justificó la bajada de expectativas a que "en los últimos meses el mercado se ha enfrentado a mucha especulación".
La decisión de Xiaomi de llevar a cabo una oferta pública de venta (OPV) de acciones se comunicó oficialmente en mayo, tres días después de que entrara en vigor la mayor reforma de los últimos 25 años en la Bolsa de Hong Kong.
A partir de esa fecha el parqué hongkonés permitiría el debut bursátil de empresas tecnológicas con estructuras de cotización duales -en las que parte de sus acciones cotizan en un mercado y otra parte en otro- y de compañías biotecnológicas que solicitan empezar a cotizar cuando aún no han obtenido ingresos.
Dado que Xiaomi, con sede en Pekín, apostaba entonces por llevar a cabo una salida a bolsa dual, con la mitad de las acciones en la Bolsa de Hong Kong y la otra mitad en la de Shanghái (uno de los dos parqués de China continental junto al de Shenzhen), esta reforma adecuaba el parqué hongkonés a sus propósitos.
Así, el 3 de mayo presentó su solicitud formal, con una estimación de que levantaría 10.000 millones de dólares en su debut y que su valor de mercado alcanzaría los 100.000 millones.
No obstante, a mediados de junio la firma comunicó que finalmente descartaba la posibilidad de colocar parte de sus acciones en Shanghái a través de Recibos de Depósitos Chinos (CDR, por sus siglas en inglés), un movimiento que según fuentes del mercado le habían pedido expresamente las autoridades del país.
Esto se debe a que China ha presenciado con preocupación en los últimos años cómo muchos gigantes tecnológicos como Tencent, Alibaba o Baidu han optado por cotizar en EEUU en lugar de en los mercados nacionales.
Si Xiaomi recaudara los 10.000 millones de dólares que había estimado inicialmente, su desembarco sería el mayor desde la salida a bolsa de Alibaba en 2014, que consiguió 25.000 millones de dólares en su debut en Nueva York.
Sin embargo, si sus últimos pronósticos son acertados y la recaudación se queda en 4.700 millones de dólares, ésta será inferior a los 5.170 millones de dólares que logró Siemens Healthineers en su estreno en la Bolsa de Fráncfort en marzo.
En tercer lugar se situaría Foxconn Industrial, que recaudó 4.250 millones de dólares en mayo de este año en la Bolsa de Shanghái.
El operador de la Bolsa de Hong Kong espera que Xiaomi sea la primera de una oleada de desembarcos de firmas tecnológicas que puedan aprovecharse de las nuevas reglas del parqué.
Xiaomi, quinto mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo, cotizará en el índice de referencia Hang Seng con el código 1810 y será clasificada en el sector de empresas de telecomunicaciones, que aumentará así su ponderación respecto al tradicionalmente líder sector financiero en la plaza hongkonesa.
El toque de campana de Xiaomi se produce en un momento de turbulencias en los mercados de renta variable asiáticos, debido a la incertidumbre global por una guerra comercial entre Estados Unidos y China, que podría disuadir a las firmas domésticas de elegir bolsas del país norteamericano.