La gestión independiente está de moda y crece en cuota de mercado a gran velocidad, si bien aún no alcanza los niveles de otros países de Europa. ¿El principal problema? El oligopolio de los bancos, que se apoyan en sus redes de distribución, y también una falta de cultura financiera en España que hace que sigamos metiendo 800.000 millones de euros en depósitos, un producto que hoy da tanta rentabilidad como el espacio que existe debajo del colchón.
Ésta fue una de las principales conclusiones del primer foro de EL ESPAÑOL sobre gestión independiente, moderado por el jefe de Empresas del periódico, Arturo Criado, y que contó con el patrocinio de Fidentiis, Finametrix, Fundslink, Mutuactivos, Oddo BHF y Trea Asset Management.
Luis Ussía, consejero delegado de Mutuactivos, puso énfasis en que la independencia no depende, necesariamente, de no pertenecer a grupos grandes. “Nos preguntan cómo podemos ser independientes si somos de la Mutua. Pues somos más independientes que nadie. Nuestro mayor cliente es Mutua Madrileña, para la que gestionamos 3.000 millones en fondos de inversión, y estos son los mismos fondos que vendemos a nuestros clientes. El alineamiento de intereses de nuestro accionista y de nuestros clientes es total", explicó.
Para el directivo, la verdadera clave “es que no haya interferencias con la gestión del dinero”. “Si tuviéramos una mesa de intermediación y cobrásemos por rotar las carteras podríamos hacerlo. Y por eso no la tenemos. Tampoco tenemos ninguna mesa de divisas para ganar comisiones con el cambio de divisas. La independencia está relacionada con no tener otros negocios que impacten en la gestión”, destacó.
En todo caso, fue prudente: “No debemos enarbolar la bandera de la gestión independiente como la única buena. Luego hay que demostrar lo que vales. No ser un banco no te hace mejor”.
También predijo un fuerte crecimiento por las consecuencias que tendrá la implantación de la directiva Mifid II: “El año que viene todo el mundo va a conocer los costes reales por primera vez. Va a pasar el año que viene cuando todo el mundo sea consciente de lo que está pagando”.
Leonardo López, responsable para Iberia y América Latina de Oddo BHF Asset Management, una firma controlada por la familia y por sus empleados, puso mucho énfasis en la gestión colegiada, no personalista. Subrayó su foco en el high yield europeo, con 7.000 millones, y destacó que su forma de crecer pasa por la rentabilidad. “También hemos hecho adquisiciones para completar, por ejemplo en Alemania para reforzarnos en renta fija”, explicó.
Carlos Cuellar, consejero delegado de Fundslink Capital, señaló que aunque siempre ha habido mucho talento en España, “a menudo está reprimido en grandes estructuras bancarias, en procesos interminables y grandes comités de inversión”. A su juicio, “en las gestoras independientes se permite un mayor dinamismo en la toma de decisiones”.
Cuellar explicó que, pese al “modelo oligopolístico en la distribución de fondos por las redes bancarias”, los fondos independientes y la gestión independiente “están de moda y han crecido de forma consistente durante los últimos años”.
Salvador Mas, CEO de Finametrix, explicó que una de sus primeras tareas como proveedor tecnológico ha sido facilitar herramientas a las gestoras independientes para conseguir el alta de nuevos clientes, un proceso que tradicionalmente era “muy pesado”, y que hoy no exige hacer ninguna firma física.
Escapar de las etiquetas
Asimismo, pidió “huir de las etiquetas”. “No por ser independiente eres bueno. La clave es tener la mejor gestión y los mejores fondos. Los que han crecido es porque han dado buenas rentabilidades. Los fondos buenos son una maravilla para los clientes y aportan valor a la sociedad, aunque también los hay malos”, destacó.
Eduardo Ripollés, director de Desarrollo de Negocio y de Relaciones con Inversores de Trea Asset Management, destacó que, aunque la gestión independente “ha pasado del 5% a un 12-13%, debería ser de un 30%”. "Da pena saber que muchos de los fondos más vendidos en España dan pérdidas y esto afecta a 1,7 millones de partícipes", lamentó. Se felicitó, en todo caso, porque “por primera vez el talento en gestores se paga, y eso es lo que demuestra si alguien vale o no vale”.
"Las personas están perdiendo el miedo a invertir porque invertir significa ahorrar a largo plazo y este hecho es muy bueno para las gestoras", añadió.
Jorge Nuño, gestor global Strategy en Fidentiis Gestión, explicó que el grado de independencia depende de la relación con las instituciones financieras y su red de distribución. “Es nuestro handicap para ir creciendo”, lamentó.
Nuño subrayó que habrá más crecimiento cuando se genere una mayor oferta de fondos que amplíe las necesidades. “Hablamos de falta de educación financiera pero tenemos que entender que el inversor español es muy conservador y no quiere perder. Tenemos que crecer en el abanico alternativo”, estimó.
Sobre esta falta de educación y el papel de los bancos, Ussía consideró muy beneficiosa cualquier participación de los bancos en fondos. “Ojalá hubiera más ‘fondos muleta’ que diesen un 0,25% o 0,5%, porque eso es más que el cero que dan los depósitos. Todo el dinero que entra a fondos es mejor que esté ahí, el gran problema son los 800.000 millones en depósitos que rentan cero”, explicó.
Durante el foro se habló del peso de una regulación que a veces se basa en que el cliente “es bobo”, de los fondos cotizados o ETF, o de las ventajas y desventajas de la gestión activa o pasiva (entre los ponentes no había defensores de la segunda).
El evento contó también con la colaboración de entidades como Ascom, Aseafi, Finect y EFPA.