En el segundo trimestre, el tercer grupo bancario de EEUU obtuvo un beneficio neto de 4.490 millones de dólares, un aumento interanual del 16%.
La entidad ganó entre enero y junio 3,31 dólares por acción, frente a los 2,63 dólares de un año antes, según informó en un comunicado.
La facturación de Citigroup alcanzó en el primer semestre los 37.341 millones de dólares, un 2% más que en el mismo periodo de 2017.
Por acción, la entidad ganó 1,63 dólares, frente a los 1,28 del segundo trimestre de 2017.
Una buena parte del aumento de los beneficios, sin embargo, procede de una reducción en los impuestos que paga el banco como consecuencia de la reforma fiscal impulsada por el presidente estadounidense, Donald Trump.
En el segundo trimestre, el beneficio neto de la entidad creció únicamente un 5% antes de impuestos, lejos del 16% final.
Entre abril y junio, Citigroup tuvo unos ingresos totales de 18.469 millones de dólares, una subida del 2% con respecto al año anterior que se quedó por debajo de las expectativas de los analistas.
Como consecuencia de ello, las acciones de la compañía retrocedían más de un 1 % en las operaciones previas a la apertura de Wall Street, a pesar de que el beneficio neto fue mayor de lo esperado.
Los negocios de banca institucional y de consumidores de Citigroup crecieron durante este segundo trimestre, mientras que la facturación se redujo en su división corporativa.
Por regiones, la facturación del banco retrocedió en el segundo trimestre un 1% en Norteamérica, su principal fuente de negocio, mientras que creció en otras, incluida Latinoamérica, donde ingresó un 6% más que en el mismo periodo del año anterior.
"Estos resultados demuestran un buen ritmo en toda nuestra franquicia y que estamos claramente en camino de lograr los objetivos financieros que introdujimos el pasado año", dijo en un comunicado el consejero delegado, Michael Corbat.