Maite Nieva

El fabricante de material ferroviario CAF está viviendo un buen año bursátil en 2018. Con su cotización por encima de los 41 euros, hasta la fecha acumulan una subida del 21%.

Este avance, sin embargo, aún tendría margen para ir a más. Al menos, según el consenso de mercado que recoge Thomson Reuters, que le otorga un precio objetivo de los 44,22 euros, un 7% por encima de su cotización actual. Además, 4 de los 10 analistas que cubren el valor aconsejan comprar sus acciones y los otros seis, mantenerlas.

Más allá del tren, el grupo vasco ha centrado su estrategia en el suministro de sistemas completos, que incluyan "lo que el mercado vaya demandando". Y sobre todo, en una apuesta por la digitalización como palanca de desarrollo y mejora del grupo. "Los trenes van a ser digitales y automáticos y no llevarán conductor, así como los propios procesos, incluso internos", ha asegurado Andrés Arizkorreta, presidente del grupo vasco.

La iniciativa recogida en el Plan Estratégico 2018-2020 supone un paso de gigante para la compañía vasca y la apuesta más agresiva del plan presentado el pasado mes de mayo. "Ahora hay que preparar bien el próximo futuro", dice  el presidente del grupo ferrovario.

ALIANZAS PARA CRECER

Las perspectivas de la empresa para este año son "buenas". El corto plazo no es la preocupación de la compañía y CAF "no descarta nada" en cuanto a eventuales alianzas para crecer, si bien no se tomarán decisiones en las que lo más importante no sea el tamaño por el tamaño, sino el crecimiento rentable, aseguran desde la compañía.

En los primeros días de julio la empresa guipuzcoana adquiría el fabricante de autobuses eléctricos polaco Solaris por 300 millones. La compañía, que cuenta con dos plantas de producción, permitirá a CAF ¿incrementar y diversificar la oferta integral de transporte más allá del ferroviario y convertirse en un grupo de soluciones de movilidad urbana sostenibles". Según las previsiones del grupo español, la integración de Solaris disparará sus ingresos hasta la cota de los 2.000 millones de euros, frente a los 1.318 millones facturados en 2017.

Solaris es un suministrador global de autobuses convencionales y eléctricos con presencia en más de 700 ciudades en 32 países. Esta operación posicionará a CAF como uno de los líderes en el segmento urbano en Europa, según la información remitida por la compañía a la CNMV. Además, la complementariedad de los negocios de Solaris y el Grupo CAF, con un gran número de clientes a lo largo de todo el mundo, ayudará a la obtención de sinergias. Con una facturación al cierre de 2017 cercana a los 450 millones de euros, cuenta con dos plantas de producción situadas en Polonia y una plantilla de más de 2.300 personas.

La adquisición de Solaris culminará el próximo mes de septiembre, según las previsiones de CAF, una vez se obtengan las preceptivas aprobaciones de las autoridades de competencia en Polonia y Alemania. La operación contempla la adquisición de la totalidad de las acciones de Solaris y será financiada mayoritariamente con deuda adicional de la multinacional española.

 El objetivo del grupo vasco es mantener la marca Solaris y su nacionalidad polaca. CAF busca además posicionarse en e-mobility, un mercado que considera "en crecimiento", y ofrecer así soluciones integrales de transporte urbano sostenible y eléctrico.

CRECIMIENTOS DE DOBLE DÍGITO

Las perspectivas de la empresa para este año vienen respaldadas por una cartera de pedidos histórica y entre sus objetivos prioritarios está aumentar el beneficio neto de la compañía hasta triplicarlo en 2020. Tras finalizar 2017 con una cartera de pedidos de 6.200 millones, equivalente a cuatro veces la cifra de ventas de 2017, la multinacional española contempla un crecimiento de la cifra de negocios de doble dígito en 2018. La tendencia al alza del beneficio en los próximos ejercicios estará sostenida por el incremento de actividad, especialmente en las plantas de fabricación europeas.

Alemania, Italia, Escandinavia y los países Bálticos, además de Polonia, son sus principales mercados. A comienzos de junio lograba en Oslo uno de los mayores contratos de tranvías conseguidos hasta ahora por la compañía, dado que incluye el suministro de 87 vehículos por un importe de unos 200 millones de euros. También se adjudicó otros tres contratos de suministro por 100 millones de euros en Luxemburgo, Alemania y Suecia apenas una semana antes.

Por otra parte, CAF está culminando la construcción de una fábrica en Reino Unido, uno de los mercados de referencia del fabricante de trenes español a pesar del Brexit y donde recientemente se ha hecho con un pedido de trenes de 500 millones de euros  para Gales.

Además, ha sido invitada por HS2 Ltd para unirse a la lista de compañías que participarán en su programa de adquisición de trenes de alta velocidad que operarán en la nueva red de alta velocidad del Reino Unido. A diferencia de otros grupos multinacionales, CAF competirá en solitario por el contrato de suministro de 54 trenes de Alta Velocidad para la primera línea AVE de Reino Unido. También compiten Siemens y Alstom, recientemente fusionadas,  y la alianza entre Bombardier e Hitachi. La línea unirá Londres y Birmingham, un pedido valorado en 2.750 millones de libras (unos 3.112 millones de euros). CAF y Talgo serán las únicas empresas españolas y competirán en solitario. Igualmente explora un megaproyecto en Argentina que conlleva una inversión superior a 1.700 millones de euros. Será uno de los proyectos ferroviarios más relevantes de Argentina, que abarca la renovación del sistema metropolitano de Buenos Aires por un importe de 2.000 millones de dólares.

Alcista desde hace 137 sesiones, la cotización de CAF se mantiene por encima de las directrices de medio y corto plazo, según Noesis. Según los expertos de la firma de análisis ¿el escenario sugiere el mantenimiento de perspectivas alcistas, con objetivos en 43,6 y 43,05-43,95 euros, empleando referencias útiles para considerar puntos de giro en cotas de 39.1 y 41.7 euros¿.  Sólo la pérdida del nivel crítico de medio plazo en 35,41 euros supondría el cambio del sesgo de medio plazo de alcista a neutral, añaden.