Fiat está pasando por uno de sus momentos más duros de la historia. El carismático presidente de la firma automovilística, Sergio Marchionne, ha tenido que dejar su despacho debido a una enfermedad que le mantendrá alejado de la vida empresarial para siempre. En su lugar, la compañía nombró al presidente de Jeep, Mike Manley, y Ferrari eligió al de Philip Morris, Louis Carey Camilleri.
En un comunicado,el conglomerado se despidió en una carta en la que lo hacía con "con profundo dolor que esta semana Marchionne sufrió complicaciones inesperadas durante su recuperación tras una operación, que empeoraron seriamente estas últimas horas. Por lo tanto, Marchionne no podrá retomar el trabajo".
El expresidente, que se recuperaba de una operación, era una de las personas más carismáticas y más queridas dentro de las paredes del conglomerado italiano de automoción. En 2004, fue nombrado consejero delegado del grupo, una vez que Luca Cordero di Montezemolo abandonó su despacho tras una crisis institucional sin precedentes.
Una vez que cogió las riendas, Marchionne intentó sanear las cuentas del conglomerado. Y no sólo lo consiguió, sino que además fue el artífice de la compra de Chrysler Group en 2009. Su constancia le sirvió para que, una vez que Montezemolo dejó la presidencia de Ferrari, ocupara su cargo.
El directivo llevaba, por tanto, 14 años al frente de Fiat, otros nueve años como número uno del grupo FCA (Fiat, Jeep y Chrysler) y cuatro años como presidente de Ferrari.
Bajón en bolsa
La triste marcha del ex directivo ha provocado que la empresa esté sufriendo en Bolsa fuertes descensos. Este lunes, la compañía de automovilismo se ha abonado al rojo y a media sesión el precio de sus acciones caía más de un 3%. Este desplome supone que los títulos se sitúen por debajo de los 16 euros.
Las acciones de la firma italiana, por otra parte, no están viviendo buenos momentos durante los últimos días. Desde el día de 10 julio, el valor de cada título ha caído un 4,5%.
¿Huelga en Fiat?
Este desplome podría tener su origen en Cristiano Ronaldo. Tras la llegada del crack luso a la Juventus, los trabajadores de la empresa de automoción italiana convocaron paros para protestar por el fichaje.
Los empleados de Fiat consideran que los dueños (la familia Agnelli -que también son propietarios de la Juventus-) no deberían haber gastado 100 millones tras los despidos que se produjeron recientemente.