En un comunicado, Airbus indicó que las provisiones por el A400M han aumentado en 98 millones de euros -principalmente por un alza de precios-, que se vienen a sumar a los 1.299 millones de 2017 y que de forma acumulada con los ejercicios precedentes representan ya 8.400 millones.
En los seis primeros meses de 2018 se entregaron 8 unidades de esa aeronave militar que se ensambla en Sevilla, las mismas que en el primer semestre de 2017, y el grupo indicó que ha conseguido avances en las capacidades militares, pero también que trabaja con los países que lo han encargado para formalizar una modificación del contrato, que se espera para finales de año.
Ese y algunos otros elementos no recurrentes (el programa de los helicópteros H160 le amputó 21 millones, el desajuste de pagos en dólares 40 millones y otros tantos por diferentes costes) pesaron en el descenso del 8% en el resultado neto operativo (EBIT) a 1.120 millones de euros.
El ebit ajustado, que es un indicador que excluye el impacto de los elementos excepcionales, tuvo un salto positivo del 110% hasta 1.162 millones de euros, lo que refleja el buen comportamiento operativo de las tres grandes divisiones de la empresa, y en particular la de aviones comerciales, donde se disparó un 237% hasta 867 millones de euros.
Eso tiene que ver, sobre todo, por las mejoras en el programa del avión A350 por las rebajas de los costes recurrentes mientras aumenta la cadencia de producción hacia los 10 aparatos mensuales previstos para finales de año (entre enero y junio se entregaron 40, incluidos los primeros de la versión de mayor capacidad A350-1000).
También con un comienzo de corrección de los recurrentes problemas de la familia de pasillo único A320 por la incapacidad de los fabricantes de motores de suministrarlos al ritmo requerido.
Eso permitió entregar 110 aviones A320 en el primer semestre, frente a los 59 de la primera mitad de 2017 y desde el pico de mayo ha empezado a disminuir el número de esos aviones almacenados en las instalaciones de Airbus a la espera de la llegada de sus motores.
No obstante, el grupo advirtió de que "persiste el riesgo" de no cumplir su objetivo de entregar 800 aviones durante 2018.
Por lo que respecta a los encargos, la compañía formalizó contratos para 206 aviones (habían sido 203 un año antes) y a esos habrá que sumar los 431 logrados en el salón Aeronáutico de Farnborough, celebrado este mismo mes de julio.
En el negocio de defensa y espacio, el ebit declarado cayó un 54% a 382 millones de euros por diferentes elementos no recurrentes (como la nueva provisión del A400M), mientras que en términos ajustados progresó un 4% hasta 309 millones.
En la división de helicópteros, el ebit en cifras absolutas subió un 43% hasta 114 millones de euros, mientras en términos ajustados se incrementó en un 69 % hasta 135 millones.
La facturación del grupo Airbus disminuyó en cifras absolutas un 1% en la primera mitad del año hasta 24.970 millones de euros, y eso pese al ascenso del 2 % en los aviones comerciales hasta 18.546 millones.
En los helicópteros, los ingresos disminuyeron un 12% a 2.388 millones de euros y en la actividad de defensa y espacio un 5 % a 4.652 millones, en este caso sobre todo por la cesión de Defence Electronics que se había materializado en febrero de 2018 y por la de Airbus DS Communications en marzo de 2018.
El gigante europeo mantuvo sus previsiones para el conjunto de 2018, pero con alguna modificación para tener en cuenta la integración del programa de aviones A220 que ha comprado al canadiense Bombardier, y que tendrá un impacto negativo este año.
Si Airbus estimaba que su ebit ajustado estaría en unos 5.200 millones en 2018, los A220 recortarán esa cifra en unos 200 millones.
Además, también reducirán el flujo de caja libre -que debía situarse a un nivel similar al de los 2.950 millones de 2017- en unos 300 millones.