Caixabank ha elevado su beneficio en el primer semestre del año hasta los 1.298 millones de euros. Supone un aumento del 54% que viene motivado por la mejora de los ingresos y la mayor aportación de BPI (ya totalmente integrado). Destaca también que en este semestre se han reducido las dotaciones y la contención de costes continúa haciendo su efecto. 

Destaca la evolución del BPI que aporta 76 millones a los resultados del grupo, y se eleva a más de 200 millones si se suman las distintas participadas del banco luso.

El margen de intereses aumenta un 3,5% respecto a los primeros seis meses del año gracias la mejora de la rentabilidad. También aumentan en esa línea los ingresos por comisiones bancarias, aunque destaca especialmente el incremento en el caso de las comisiones de fondos de inversión (18,4%) y de comercialización de seguros, que se eleva casi un 27%. 

Durante el primer semestre Caixabank también ha registrado el ingreso de los dividendos de buena parte de sus participadas, con lo que se anota 415 millones de euros. Aquí contribuye Telefónica con 105 millones de euros, así como otras entidades que se anota por el método de participación entre las que está el angoleño BFA que le aporta 118 millones de euros.

Se incrementa ligeramente el crédito a la clientela, y mejora la cartera sana. Existe una buena evolución del crédito a particulares que viene impulsado, sobre todo, por el crédito al consumo que suma ya más del 10% de incremento en lo que llevamos de año. Mejora un 8% respecto a septiembre la nueva producción de hipotecas, aunque en cómputos globales el mercado de hipotecas sigue disminuyendo. 

Cae la morosidad hasta el 5,3% mientras que los saldos dudosos se reducen hasta los 12.714 millones de euros. Aquí se incluye la venta de distintas carteras. Además, la ratio de cobertura se incrementa hasta el 56%. 

Inmobiliario

La cartera de activos inmobiliarios disponibles para la venta de Caixabank es de 522 millones de euros, aunque aquí no se incluye la cartera que será traspasada a Lonestar, en el que se incorpora también el servicer inmobiliario del Grupo, Servihabitat. Se trata de una operación que le permitirá deshacerse por completo del ladrillo y que tendrá un impacto neutro en la cuenta de resultados. Los adjudicados alcanzan los 5.553 millones de euros, con una cartera de alquiler de 2.806 millones de euros.