A Repsol le gusta Venezuela y está dispuesta a seguir apostando por su negocio allí. La petrolera confía todavía en las oportunidades que el país latinoamericano le puede brindar pese al complicado momento político y económico que atraviesa desde hace años.
Por esta razón, en el último año ha hecho el esfuerzo de sanear sus cuentas en el país y, según el balance del primer semestre de 2018, ha logrado reducir su exposición patrimonial en más de la mitad en el último año.
La clave del proceso, destaca la petrolera que preside Antonio Brufau, ha sido la prudencia financiera y ha llevado a que la exposición total en Venezuela -activos netos y financiación otorgada a participadas-, pase de los casi 2.200 millones de hace un año a los 795 millones con que ha cerrado este semestre, un 63% menos.
Aprovechando el buen rumbo del negocio -este jueves presentaron su mejor primer semestre en una década con un beneficio neto de 1.546 millones-, la petrolera ha ido saneando sus cuentas a base de reconocer el deterioro de sus activos y realizar las pertinentes provisiones.
En el proceso, el año pasado la petrolera revisó a la baja el valor de sus activos venezolanos, con un recorte de más de 700 millones de euros, y aprovechó para realizar una provisión de 695 millones al cierre del ejercicio de 2017.
El creciente riesgo político y económico en el país, inmerso en una grave recesión económica y con la inflación disparada, le empujó a evaluar su capacidad para recuperar la inversión, pero siempre con el objetivo de mantener su operación, "uno de los países con más reservas de crudo y en el que tenemos una sólida posición", como ha reiterado el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, en la conferencia con analistas para presentar sus resultados hasta junio.
En este primer semestre de 2018, la petrolera ha reducido su exposición de 1.400 millones a los 795 millones con los que ha cerrado junio. Tal y como explica en el informe semestral, el deterioro del valor de los activos conforme a la normativa vigente dio lugar a un impacto negativo de 433 millones. La provisión por el deterioro de sus participadas venezolanas asciende a 46 millones y por los activos financieros a 405 millones.
Desde el cierre del ejercicio de 2015, cuando el regulador le pidió explicaciones detalladas de su operación en Venezuela, Repsol ha reducido su exposición en el país en 1.605 millones. En palabras de Imaz, "nos sentimos cómodos con la posición de efectivo" que se ha alcanzado en Venezuela.
Integración de Viesgo para otoño
Imaz también se ha referido durante la conferencia con analistas a la integración de los activos que compró hace un mes a Viesgo. Después de anunciar su intención de entrar en el negocio eléctrico en España, la petrolera compró a Viesgo parte de sus negocios no regulados por 750 millones de euros.
En total, Repsol lograba en una sola operación 2.350 megavatios (MW) repartidos en dos ciclos combinados y tres hidroeléctricas, y los 750.000 clientes de su comercializadora de gas y electricidad.
Como ha explicado Imaz, no consideran "que Competencia vaya a poner obstáculos" a la operación y esperan poder cerrarla para el próximo otoño, "entre octubre y noviembre".
Reestructuración de la cúpula directiva
Además de sus resultados semestrales, Repsol comunicaba el miércoles al regulador una remodelación de su cúpula directiva para dar la bienvenida a los negocios de bajas emisiones, uno de los focos de su nuevo plan estratégico ahora que la petrolera quiere jugar un rol líder en la transición hacia una economía baja en carbono.
La reestructuración, indicaba la compañía, "está orientada al impulso de los negocios y a reforzar las capacidades técnicas de cara a los nuevos retos asumidos en su apuesta por la transición energética".
Entre los cambios que acarrea esta reestructuración está la salida de Miguel Martínez, director financiero y un histórico de la petrolera después de 25 años en sus filas. Imaz no ha dudado en dedicarle unas palabras de agradecimiento por "su apoyo y ayuda" en los años que han trabajado juntos y por su "compromiso" con la empresa. Le sustituirá en el cargo Antonio Lorenzo, hasta ahora director corporativo de estrategia.
Otro histórico en la empresa, Luis Cabra, asume el área de digitalización, una de las apuestas actuales de Repsol para lograr una mayor eficiencia y liberar recursos de caja, dejando su actual puesto de director general del segmento 'Upstream' (exploración y producción) a Tomás García Blanco, hasta la fecha director ejecutivo de Europa, África y Brasil.
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