El sector del Taxi está en pie de guerra. Y como reza el popular dicho, ‘en el amor y en la guerra todo vale’. Y en el 'todo vale', el sector se está moviendo como pez en el agua. El gremio de Barcelona puso en evidencia las dudosas artes de protestar por un mercado más justo.
En las primeras horas de la huelga de taxistas de Barcelona contra el sector de las VTC, es decir Uber y Cabify, se vivieron momentos tensos. Agresiones, insultos y amenazas fueron algunas de las lindezas que protagonizaron los conductores de este transporte público en pleno corazón de la capital catalana.
Una de las peores imágenes fue la que se vio cuando un grupo de taxistas atacaron a un coche de VTC en el que se trasladaba a una familia francesa. El peor parado, además del coche -que fue golpeado y pintado- fue el padre ya que fue empujado y aporreado con la propia puerta del vehículo.
Y la borrasca que estaba instalada en Barcelona, se ha trasladado a Madrid. La patronal del sector de VTCs, Unauto, también denuncia que ha habido numerosas agresiones en las últimas horas a sus conductores, también que se les ha perseguido por la carretera, y que se ha intentado cerrar las gasolineras donde repostan habitualmente.
El problema está en que en los últimos días la violencia contra las VTCs ha trascendido el enfrentamiento entre taxistas y 'cucarachas' como llaman a los vehículos que usan empresas como Uber y Cabify. Ahora, algunos grupos radicales también se centran en los hoteles que contratan este tipo de vehículos para sus clientes. Algo muy habitual, dado que en hoteles de 'gran lujo' muchos de sus clientes prefieren contar con el servicio de un coche con conductor frente al transporte público tradicional.
Una denuncia que llega por parte de la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid. Los ataques se producen de forma virtual y a través de las redes sociales. Así lo explican fuentes de la patronal madrileña, que explican cómo -por ejemplo- el céntrico hotel Indigo Madrid Gran Vía, situado en una de las arterias principales de la capital, es víctima de la ira de los sectores más radicales del taxi. Desde hace varios días, según cuentan a EL ESPAÑOL, las redes sociales y los comentarios en Google y redes sociales están que echan humo. Pero en un contexto negativo. En apenas unos días han detectado más de 40 comentarios negativos.
En teoría, y según ha podido comprobar este periódico, todas las malas recomendaciones provienen de perfiles vinculados al mundo del Taxi, y que tal y como confirma la dirección del hotel “nunca se han hospedado en las habitaciones”. Desde la dirección del hotel se insiste que “cada vez más”, es una “práctica muy habitual de estas personas o plataformas que están en contra de las VTC”. “Este hecho debe ser erradicado”, insisten.
De cucarachas a piscina sucia
La estrategia es muy sencilla. Una vez que los haters detectan el hotel contra el que quieren atacar, comienza una campaña de valoraciones y comentarios negativos a través de plataformas de reservas, en Google e incluso en redes sociales como Facebook. Por seguir con el ejemplo que nos ocupa, encontramos comentarios para todos los gustos y colores: "agua sucia, cucarachas en las habitaciones, malos olores...”, explican desde Indigo Madrid Gran Vía.
Estos comentarios orquestados desde varias plataformas de taxistas están provocando el desconcierto al personal encargado de gestionar el hotel y temen que cree un “efecto llamada negativo” a la hora de contratar los servicios. En un principio, la cúpula del Indigo Madrid Gran Vía sospechaban que estos comentarios “provenían de un ex trabajador resentido”. Pero al ver que las descalificaciones iban en aumento, se pusieron el mono de trabajo para averiguar el por qué de los comentarios.
“Vimos que eran personas con perfiles del gremio del Taxi. Además, en muchos de los casos estaban suscritos a grupos contra las VTC”, denuncia el hotel.
El hotel se defiende
Por eso, y ante los insultos y comentarios negativos, el hotel va a emprender acciones legales. “Vamos a estudiar con nuestro departamento jurídico cual es la mejor solución. No sabemos si denunciar a las personas o a los encargados de gestionar los grupos de Facebook, pero tenemos que hacer algo para que la solución se resuelva”, insisten desde la dirección.
A su vez, el hotel ya se ha puesto en contacto con la red social para bloquear a los perfiles que han realizado los comentarios en contra de la empresa. Además, ha pedido que se cierren los grupos desde los que provienen los insultos. En este sentido, desde la Asociación Hotelera de Madrid han mostrado todo el apoyo y han tendido la mano al Indigo Madrid Gran Vía.
El hotel no termina entender el por qué de los ataques. Según recalca a EL ESPAÑOL, los clientes pueden escoger entre las diferentes alternativas que existen en el mercado. “Depende de las necesidades del trayecto o de los propios clientes ponemos a disposición los diferentes medios de transporte que existen en Madrid, incluido el Taxi”, arguyen.
Así son los perfiles
Los perfiles, a los que ha tenido accesos este periódico, responden todos a un denominador común: el rechazo a las VTC. Todos los usuarios de Facebook y Google que ha comprobado EL ESPAÑOL pertenecen a grupos no oficiales del Taxi.
A su vez, la mayoría de ellos tienen de avatar el logo de 'VTC NO' o lucen de foto principal en su muro de Facebook alguna instantánea conduciendo su propio taxi.
Noches de cristales rotos
Esta campaña contra el hotel madrileño coincide con una ola de protestas del sector del Taxi contra las VTC. El gremio declaró el pasado jueves la huelga en Barcelona. Tras una jornada marcada por la tensión, la confrontación y la violencia, los taxistas han decidido hacer una especie de 15M para intentar expulsar las VTC de las principales calles de Barcelona.
La respuesta en Madrid ha sido inmediata. Los taxistas de la capital de España han seguido los pasos de sus compañeros de Barcelona y en la noche del viernes se registraron varios incidentes. Por ejemplo, un coche con licencia VTC fue volcado en un parking o los servicios de taxi han sido suspendidos en el aeropuerto o las estaciones de ferrocarril. Unas protestas que se extienden ya a otras ciudades como Valencia, Sevilla, Málaga, Alicante, Logroño, Zaragoza, Santander, Sitge o Mataró, y no se descarta que en las próximas horas puedan sumarse más.
Las horas pasan y el premio apremia, tal y como dicen desde el sector del Taxi. El problema, lejos de arreglarse, va en aumento. Y lo peor es que ni los taxistas ni las VTC ni los organismos públicos parecen ponerse de acuerdo. Por ahora, pagan los menos culpables: empresas y usuarios.