Volkswagen tuvo en el segundo trimestre unos gastos extraordinarios de 1.635 millones de euros por el diésel, cantidad que incluye la multa de 1.000 millones de euros que impuso en junio la Fiscalía de Braunschweig por la manipulación de las emisiones de gases en motores diésel.
Por ello el beneficio operativo bajó entre enero y junio un 8,5%, hasta 8.160 millones de euros, y la rentabilidad operativa sobre las ventas se redujo hasta el 6,8% (7,7% un año antes).
El grupo ha provisionado hasta ahora 27.400 millones de euros para la crisis del diésel.
El presidente mundial del grupo Volkswagen, Herbert Diess, dijo al presentar las cifras que el crecimiento de los ingresos por ventas y del beneficio fueron "muy sólidos" en el primer semestre, pero que no pueden dormirse "en los laureles" porque están por venir "grandes desafíos" los próximos trimestres.
Entre los que Diess nombró la implementación del nuevo test de medición de consumo y emisiones de la nueva normativa de homologación (WLTP por sus siglas en inglés) y el aumento del proteccionismo, que supone importantes retos para la industria automovilística integrada globalmente.
La compañía alemana ya dijo que va interrumpir la producción en algunas fábricas tras las vacaciones de verano para no crear más stocks y ha tenido que aparcar muchos vehículos producidos a los que todavía no ha implementado los test.
Otros desafíos para este año surgen principalmente de "la situación económica, el aumento de la competitividad, la volatilidad en los tipos de cambio y el diésel".
La facturación mejoró en el primer semestre hasta 119.377 millones de euros (+3,5% que un año antes) tras unas entregas récord a clientes de 5,519 millones de unidades (+7,1%).
La liquidez de la división de Automoción se sitúa en 26.298 millones de euros al cierre de junio, un 10,7% más.
El grupo VW, que quiere sacar a bolsa su negocio de camiones y autobuses, prevé incrementar los ingresos por ventas hasta un 5% en el 2018 respecto al 2017 y una rentabilidad operativa sobre las ventas antes de extraordinarios entre el 6,5% y el 7,5%.
También pronostica que las entregas a los clientes superarán en 2018 sólo moderadamente las cifras de 2017 debido a las difíciles condiciones de mercado.
La marca VW, la principal del grupo, incrementó el beneficio operativo antes de extraordinarios en el primer semestre a 2.100 millones de euros (+16,7%), aunque el resultado estuvo lastrado por los gastos extraordinarios por la manipulación del diésel.
Audi mejoró el resultado operativo a 2.800 millones de euros (+3,7%).
La marca española Seat ha obtenido un beneficio operativo récord de 212 millones de euros hasta junio, un 62,7% más respecto al mismo periodo de 2017, tras el lanzamiento del Arona y la venta de vehículos con un mayor margen de beneficio.
Sin embargo, la marca checa Skoda lo redujo a 821 millones de euros (-4,5%) por los efectos negativos de los tipos de cambio y unos gastos más elevados para el lanzamiento de nuevos productos.
La marca de lujo Bentley tuvo una pérdida de 80 millones de euros, frente al beneficio de 13 millones de euros en el primer semestre de 2017, tras la bajada de las ventas y retrasos en el lanzamiento del nuevo Continental GT, así como efectos negativos de los tipos de cambio.
El fabricante de deportivos Porsche mantuvo el beneficio operativo en 2.100 millones de euros por el aumento de costes y tras una subida de la facturación del 3,7%.
El resultado de explotación de la división de vehículos comerciales mejoró un 26,7% (567 millones de euros), el del fabricante sueco de camiones Scania mejoró un 1,6% (684 millones de euros) y el de los vehículos comerciales de MAN lo hizo un 33,7% (258 millones de euros).