De enero a junio, su resultado neto subyacente se situó en 2.532 millones de euros, lo que supone un 8,1% más que en el mismo periodo del año anterior.
Su resultado bruto de explotación (Ebitda) aumentó un 9,7%, hasta los 3.703 millones de euros, y el producto neto bancario, equivalente al volumen de negocios, se alzó un 7,1% hasta los 10.081 millones.
Solo en el segundo trimestre, el beneficio neto consolidado creció un 8,4%, hasta los 1.610 millones de euros, o un 19,6% en términos subyacentes, hasta los 1.590.
El Ebitda entre abril y junio subió un 15,3%, hasta los 2.195 millones, y su producto neto bancario mejoró un 9,8%, hasta 5.171 millones.
En un comunicado, el banco consideró que sus buenas cifras se debieron a un alto nivel de actividad y a una buena gestión de los márgenes de riesgos en todas sus ramas, que permitieron superar un "contexto difícil en los mercados y más generalmente en la economía de los países europeos en el segundo trimestre".