El despacho de abogados Baker McKenzie ha cerrado su último ejercicio fiscal, que concluyó el pasado 30 de junio, con unos ingresos de 2.900 millones de dólares (2.497 millones de euros), cifra que representa un crecimiento del 8% en relación al año anterior, según ha informado el bufete estadounidense.
Los beneficios por socio de la firma aumentaron un 13% interanual, hasta alcanzar los 1,44 millones de dólares (1,24 millones de euros), debido al aumento de mandatos estratégicos por parte de grandes clientes.
El pasado mes de junio, Baker McKenzie anunció la promoción de 67 nuevos socios, elevando así el número de socios del despacho en todo el mundo a casi 1.600.
"Nuestros excelentes resultados financieros, con un 13% de aumento del beneficio por socio, se basan en la confianza en el largo plazo generada con nuestros clientes", declaró Paul Rawlinson, presidente mundial del despacho, subrayando que "no se puede ser global y tener éxito sin un propósito auténtico de servicio a los clientes", lo que significa invertir continuamente en las capacidades por industrias y en la plantilla.
Por su parte, Rodrigo Ogea, socio director de Baker McKenzie Madrid, señalaba que "a pesar de las tensiones comerciales existentes en los distintos mercados, con crecientes medidas proteccionistas o regulatorias que aumentan la incertidumbre y, del reto que supone el aumento de competidores en el sector legal, hemos vuelto a superar las expectativas alcanzando unos ingresos récord, con crecimiento en todas las regiones".