Agosto suele ser un mes en el que el mundo empresarial se suele dar un respiro. Es tiempo de vacaciones. Pero hay una empresa deportiva (LaLiga) que ha emulado a los clubes que representa. La actividad frenética que suele producirse en los despachos de los equipos se ha trasladado al edificio del barrio madrileño de Arturo Soria.
Javier Tebas ha llegado a importantes acuerdos en las últimas semanas como los acuerdos de emisión en India a través de Facebook o, como se anunció este jueves, la intención de disputar partidos de LaLiga en suelo estadounidense. Un paso histórico y que ha levantado muchas ampollas. Aficionados, clubes y algún que otro entrenador y futbolista ya han mostrado su desencanto por la idea, pero el Presidente de LaLiga considera una gran oportunidad dar este salto. De hecho, lo compara con partidos que se han jugador fuera de Estados Unidos con la NBA o de la NFL.
El sueño de llevar el fútbol español al otro lado del charco no es nuevo para Tebas y en más de una ocasión lo ha deslizado ante los micros. Fue el año pasado cuando dos equipos españoles jugaban entre sí en un Estados Unidos. Y fue a lo grande. Nada más y nada menos que un clásico en Miami. Amistoso, eso sí. Pero era la primera piedra de lo que vendría.
Así, 365 días después, LaLiga firmaba un acuerdo para disputar varios partidos de la competición española en suelo norteamericano. La patronal del fútbol firmaba un contrato para creación de La Liga North America, una joint venture con Relevent a 15 años y participada al 50%.
Un Tebas a la americana
Relevent, por tanto, será la promotora estadounidense que hará realidad el sueño de Javier Tebas: ver a equipos de LaLiga en Estados Unidos. Pero esta alianza no es nueva, ni mucho menos. La cabeza visible y máximo responsable de esta joint venture es Charlie Stillitano. Un hombre de negocios y amante de los deportes.
Precisamente el duelo que vivieron los dos colosos del fútbol español en Miami la pretemporada pasada es cosa de este magnate ya que es el dueño de la ICC (International Champions Cup), una especie de Champions League veraniega que ya lleva seis ediciones.
Charlie Stillitano, de 57 años de edad, se ha pasado toda su carrera profesional mercadeando con el deporte. Actualmente no dirige ningún equipo y no posee un despacho en ninguna asociación deportiva, pero ha ocupado cargos en la FIFA o en la federación de Estados Unidos. Y todos sus negocios han llevado la misma premisa: llevar el fútbol europeo al otro lado del charco, siempre de la mano de su inseparable amigo, Stephen Ross, dueño de los Miami Dolphins.
Fue en 2002 cuando decidió montar su primera gran compañía (Champions World). El empresario y locutor de radio enfrentó a la Roma de Totti contra un Real Madrid ‘galáctico’. A priori fue todo un éxito. El choque atrajo a 70.000 personas en EEUU, pero económicamente no le fue del todo bien ya que se asoció con la federación estadounidense de fútbol y la MLS y las exigencias fueron muy altas. Un dinero que no pudo pagar y que acabó llevando a la compañía a la bancarrota. “Mucha gente se reía de mí”, aseguró en una entrevista en el New York Times.
Salir de la ruina
Charlie Stillitano no se rindió y montó otra compañía parecida. En este caso la World Football Challenge. En esta ocasión, la suerte le sonrió y apareció en escena su socio Ross. Para esta ocasión, ya había más equipos de renombre como el Inter de Milán o el Chelsea -que habían jugado anteriormente el torneo veraniego y después consiguieron ganar casi todo-. El Barça también participó en esta edición, fundamental para la entrada del actual dueño de los Dolphins.
Verano a verano y con una estructura de marketing, de venta y de derechos audiovisuales más empaquetada, el germen acabó en Relevent, la dueña de la actual International Champions Cup, la cual se ha convertido en un gran negocio.
Cada patrocinador paga cifras astronómicas. Sin ir más lejos ‘Visit Orlando’ desembolsó a la organización hasta 70 millones de euros sólo por que apareciese su logo en los partidos de Estados Unidos, ya que esta competición se juega por todo el mundo, incluido Asia o Australia. Pero este es sólo uno de los partners locales. Empresas como Heineken (que destronó a Guiness como patrocinador principal) o Hertz apuestan fuertemente por este evento deportivo.
Otro papel fundamenta para la viabilidad financiera son las entradas. El precio de los tickets de partidos importantes (como fue el caso del Real Madrid-Barcelona) van desde los 70 hasta los 1.200 dólares. El 5% se la lleva la federación estadounidense, que también está inmersa en el negocio.
Estos dos magnates también tienen que rascarse el bolsillo para atraer a los clubes. Jugar esta Champions League de verano supone para los clubes top de Europa hasta 19 millones de euros. Una cifra más que apetecible para los directivos de las entidades más poderosas.
Los planes del magnate estadounidense no se quedan aquí y recientemente reconocía que sueña con ver un derbi entre el Atlético de Madrid y Real Madrid, aunque de momento todo hace indicar que será amistoso y no será en LaLiga. Por otra parte, también Relevent ha creado la Winter International Champions Cup donde habrá magnitud de equipos sudamericanos con River Plate y Boca Juniors como cabeza de cartel. A su vez, también negocia que escuadras europeas también disputen algún choque. ¿Estaremos ante una nueva etapa de las pretemporadas por culpa de Charlie Stillitano?