El resto del importe irá a parar a financiar otros nuevos proyectos de reducción de emisiones y eficiencia que deben iniciarse hasta tres años después de la emisión de los bonos, que tienen un vencimiento a cinco años.
Además, la compañía ha indicado que ha creado un comité de seguimiento específico, presidido por el director de Sostenibilidad de Repsol, que publicará anualmente un informe auditado externamente que detallará el gasto realizado, así como la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociada a los proyectos.
Por ejemplo, en el complejo industrial de Petronor, situado en Muzkiz (Vizcaya), la petrolera ha sustituido una turbina de vapor por un motor eléctrico que adapta su velocidad a las necesidades precisas del proceso y que logrará una reducción de 43.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2) al año.
Por su parte, en Cartagena (Murcia), la compañía mejorará la recuperación del calor de uno de los hornos de la planta, lo que, según Repsol, ahorrará el consumo de combustible y la emisión de 9.000 toneladas de CO2 al año.
Los 312 proyectos incluidos dentro del Marco del Bono Verde de Repsol se integran en el Plan de Energía y Carbono 2014-2020 de la compañía y permitirán a la petrolera reducir 1,2 millones de toneladas de CO2 al año.
Entre 2006 y 2016, la compañía ya redujo 4,3 millones de toneladas de emisiones al año.
El bono de Repsol ha atraído a inversores de todo tipo entre los que destacan gestoras de fondos, bancos, aseguradoras, planes de pensiones u organismos públicos, con un capital que procede mayoritariamente de Reino Unido (26%), España (19%) y Francia (18%).