Según las estimaciones de Equinor, la construcción de los molinos de viento reduciría las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en más de 200.000 toneladas al año. Según los cálculos de la compañía, esto equivaldría a las emisiones anuales de cerca de 100.000 automóviles.
"Reducir el uso de las turbinas de gas suministrado a las plataformas petrolíferas con energía de las turbinas de viento flotantes es un proyecto desafiante e innovador", ha subrayado el vicepresidente de Nuevas Soluciones de Energía de Equinor, Pal Eitrheim, aunque ha adelantado que proporcionará "nuevas oportunidades industriales" para Noruega, Equinor y la industria energética noruega.
El proyecto planteado por la compañía abarca la construcción de 11 molinos de viento con turbinas de ocho megavatios. Los 88 megavatios del parque eólico cubrirían el 35% de la demanda anual de energía de las cinco plataformas petroleras que componen los campos de Gulfaks y Snorre.
"Para mantener la rentabilidad de las operaciones a largo plazo es esencial que reduzcamos la huella de carbono de nuestras actividades", ha añadido el vicepresidente de Desarrollo y Producción en Noruega, Arne Sigve Nylund.
Equinor ha estimado que el proyecto costará 5.000 millones de coronas noruegas (514 millones de euros). La compañía ha confirmado que el fondo industrial contra los óxidos de nitrógeno ('NOx Fund') invertirá 566 millones de coronas noruegas (58 millones de euros) en él.