El grupo automovilístico japonés ha alcanzado un acuerdo por el que invertirá 500 millones de dólares (431 millones de euros al cambio actual) en Uber, como parte del acuerdo alcanzado entre ambas empresas para impulsar en el mercado de alquiler de vehículos autónomos por trayectos como un servicio de movilidad a escala global.
Con el fin de alcanzar este objetivo, la tecnología de las dos empresas se integrará en los vehículos de Toyota desarrollados de forma específica para este servicio que se incorporarán en el futuro en la red de servicios de movilidad de Uber.
Ante este acuerdo, el presidente de Toyota Connected, Shigeki Tomoyama, afirmó que la cooperación con Uber permitirá avanzar en la movilidad del futuro. "Este acuerdo e inversión marcan un importante hito en nuestra transformación a una compañía de movilidad, al tiempo que ayudamos a asegurar la expansión de los servicios de movilidad como el alquiler de vehículos por trayectos que incluye coches y tecnologías de Toyota", añadió.
Uno de los objetivos de esta colaboración es desarrollar tecnología de conducción autónoma a gran escala, de forma que ambas entidades prevén operar conjuntamente vehículos autónomos junto con operadores de flotas.
Por su parte, el consejero delegado de Uber, Dara Khosrowshahi, apuntó que este acuerdo es el primero de este tipo que cierra su empresa y destacó que confirma el compromiso de esta con la introducción de las últimas tecnologías en su red de negocio.
"Nuestro objetivo es disponer de los vehículos autónomos más seguros en la red de Uber, y este acuerdo es otro paso significativo a la hora de convertir esto en una realidad", aseguró el directivo de la firma estadounidense.
Inicialmente, en el marco de esta cooperación se lanzará una flota de vehículos basada en el modelo Sienna de Toyota y se integrarán en los automóviles el sistema de conducción autónoma de Uber y el Toyota Guardian.
Además, Toyota utilizará su infraestructura de información para vehículos conectados, denominada Plataforma de Servicios de Movilidad, mientras que la previsión es que las primeras pruebas se introduzcan en la red de Uber en 2021.
De su lado, el consejero delegado del Instituto de Investigación de Toyota, Gill Pratt, afirmó que el sistema de conducción autónoma de Uber y el sistema Guardian de Toyota monitorizarán de forma independiente el entorno del vehículo y la situación en tiempo real, reforzando la seguridad del coche.