La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha enviado al presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, un requerimiento por el que llama a la compañía a ¿adoptar las medidas a su alcance¿ para evitar el desdoblamiento de acciones solicitado por los Benjumea y otros accionistas históricos. Un asunto que considera que puede ser constitutivo de "manipulación de mercado" y que el consejo de administración de la compañía había accedido a debatir en una junta de accionistas convocada para el próximo 2 de octubre.

El objetivo de los accionistas históricos, agrupados en la sociedad Inversión Colectiva (IC), era evitar la dilución del valor de su participación en la compañía una vez que el próximo 28 de septiembre entre en vigor el nuevo mínimo de cotización para la contratación de acciones en las bolsas españolas. Sin embargo, la CNMV es tajante al señalar que este movimiento podría considerarse como un delito de ¿manipulación de mercado¿ por buscar la alteración de sus precios.

A tenor de estas circunstancias, el organismo supervisor explica en la carta que Abengoa se ha encargado de difundir que ¿valorará la posibilidad de ejercer las competencias que la ley le otorga¿, entre las que nombra ¿la suspensión o exclusión de la negociación de los valores correspondientes, así como la impugnación de los pertinentes acuerdos societarios¿.

Asimismo, el organismo que preside Sebastián Albella ha explicado los motivos por los que respalda el nuevo mínimo de cotización que impondrá un sistema de negociación por bloques a las cotizadas de precios unitarios más bajos. En este sentido, considera que esta nueva cota de 0,001 euros por acción es "positiva y necesaria para promover la liquidez de los valores, asegurar su ordenada negociación, la correcta formación de sus precios y la protección de los inversores". Del mismo modo, recoge la carta, se evita la formación de precios "en niveles artificiales y la negociación desordenada".

En un primer momento, fue la inmobiliaria Urbas la que anunció la posiblidad de un desdoblamiento de acciones con el objetivo de salvaguardar el valor de mercado de sus acciones. Hasta ahora, las compañías que tocaban el céntimo por acción se convertían en zombis en ese umbral, debido a los cuellos de botella que la misma CNMV explica con detalle en su escrito contra la propuesta de los Benjumea.

"Cuando la cotización baja hasta ese importe se produce un desequilibrio notable entre órdenes de compra y venta [...] que provoca que la subasta de apertura no llegue a resolverse y la negociación quede interrumpida" incluso hasta la subasta de cierre, comenta la misiva. "En ese momento, [...] se ejecutan a un céntimo una pequeña parte de órdenes" al casar las pocas de compra existentes a ese precio con las primeras introducidas al mismo precio, a mercado o por lo mejor. De este modo, "en las últimas semanas", meses ya, se vienen produciendo negociaciones "desordenadas" y "engañosas" que se perpetuarían al rebajar el nominal de las acciones de Abengoa.