Puede parecer una tontería ir con los ojos tapados en bicicleta. Lo es menos si llevas pegado a los ojos un dispositivo que te va ofreciendo imágenes en tiempo real de lo que tienes por delante, procedentes de una cámara acoplada que suplanta a tus ojos. Y no lo es, en absoluto, cuando sabes que la señal no la ha transmitido la cámara directamente, sino que ha circulado por una red pre5G.
La leyenda del ciclismo Perico Delgado hizo una demostración pública de esta tecnología para Movistar pocos minutos antes del inicio de la novena etapa de la Vuelta, que finalmente conquistó Ben King. Y no se cayó de la bici.
Otros valientes, incluyendo el responsable de datos de Telefónica, Chema Alonso, probaron también a ponerse estas peculiares 'gafas' y la mochila que contiene el equipo de telecomunicaciones facilitado por Ericsson, para subirse al velocípedo y una vuelta.
Como recordaba el periodista Antonio Lorenzo, es llamativo ver una demostración de tecnología 5G y recordar que, ya el siglo pasado, el mismo ciclista promocionaba tecnología de los azules. Concretamente, en 1996 se le utilizaba para anunciar que Moviline tenía una cobertura del 94% del territorio nacional y del 99% de la población, y que te regalaban una mountain bike firmada por él si comprabas un teléfono en la difunta cadena RadioPhone o en el Alcampo. Un punto que se puede comprobar en la hemeroteca del diario ABC.
¿Entre los dispositivos? Clásicos como el Nokia 232, el Motorola Élite, el NEC Fold Phone o un Ericsson 238. Porque, efectivamente, en aquella época el proveedor sueco de equipos de telecomunicaciones fabricaba teléfonos.
Más de veinte años después, el ciclista, que no aparenta sus 58 años de edad, protagonizaba una demostración de tecnología futurista ante responsables de la operadora y de la propia Ericsson, y expresaba su estupefacción con "la cosas que se inventan".
Quienes no se atrevieron a protagonizar un vídeo viral cayéndose de la bici con estas gafas puestas, sí pudieron probar una suerte de triciclo en la que se podía probar la misma tecnología. Obviamente, los ciclistas nunca usarán un producto similar, porque no tiene ningún sentido práctico. Pero es impresionante hasta qué punto se ha reducido la latencia, el tiempo que tarda la señal en llegar desde el punto en el que se genera hasta el punto en el que se recibe. 40 milisegundos, concretamente, son la diferencia entre estrellarte contra algún obstáculo y girar a tiempo.
La demostración forma parte del proyecto Ciudades Tecnológicas 5G presentado por Telefónica el pasado mes de enero, y sirve para imaginar hasta qué punto la nueva tecnología podrá servir para la llamada industria 4.0. Gracias a esta señal ultrarrápida, aumentan las posibilidades de llevar a cabo el control remoto de robots de fabricación o contro de calidad y diagnóstico mediante sensores hápticos, que permiten que quien maneje en remoto el brazo robot sienta en su mano el tacto de aquello que está tocando el aparato.
La compañía también crree que la tecnología también tendrá su uso en el mundo del entretenimiento y el deporte, con vídeo inmersivo en estadios o aplicaciones de realidad aumentada que proporcionen datos en tiempo real del evento de los jugadores, así como juegos online más interactivos. Lo que está claro es que si la señal es lo bastante rápida para que Perico se caiga de la bici, quizá también lo sea para que un médico pueda operar a distancia.