Alquilar las segundas residencias es cada vez más común en Europa. Haciéndolo por meses o temporadas cortas, se convierten en pisos turísticos que permiten a los propietarios cubrir parte o la totalidad de los gastos. Y son cada vez más quienes lo hacen.
En el año 2000, ocho de cada diez propietarios nunca habían alquilado estas viviendas. Hoy, más de dos tercios de los propietarios lo hacen durante ciertos periodos del año. Así se desprende del estudio realizado por la consultora inmobiliaria Savills con HomeAway, plataforma dedicada al alquiler vacacional.
En un momento en el que los pisos turísticos están en el punto de mira los datos que detecta el estudio son ilustrativos. A principios de la década del 2000, solo un 14% de las segundas viviendas se adquirieron con el objetivo de alquilarlas y no para uso personal; una cifra que aumentó hasta el 19% durante la crisis. Hoy, más de un tercio de todas las segundas viviendas se compran únicamente con el fin de alquilarlas.
"En un entorno con el tipo de interés bajo, inversores buscan activos que generen ingresos", afirma Paul Tostevin, director asociado de Savills y responsable del informe. Centrándonos en España, el informe concluye que el 38% de los propietarios españoles obtiene beneficio de sus propiedades y el 28% cubre parcialmente los gastos.
"La nueva tecnología, junto con el cambio económico, ha seguido alterando lo que es posible tanto para los propietarios como para los inquilinos. El alojamiento se puede buscar, alquilar y administrar de manera más rápida, económica y efectiva", apuntan el estudio.
La nueva ley de Sánchez
En España, el boom de los alquileres y el crecimiento alarmante de precios en ciudades como Madrid o Barcelona está empujando a los legisladores a mirar con lupa el sector para regularlo; de hecho, el Ejecutivo de Pedro Sánchez está trabajando en una nueva ley para frenar la constante subida.
Así, abogan por una regulación del alquiler que no permita que los centros de las ciudades queden solo para turismo, aunque, de momento, las plataformas como Airbnb siguen funcionando con normalidad.
Además, tanto PSOE como Podemos vigilan de cerca a los fondos buitre o fondos oportunistas. Para los morados, son responsables de la fuerte subida de los precios y del negocio especulativo de los alquileres.
"España ha aumentado su atractivo a medida que continúa su recuperación y se ha identificado como el principal destino extranjero para futuras inversiones", reza el informe de Savills y HomeAway. La legislación tendrá que estar preparada.