Desembarcó en España en 2010, aunque nació nueve años antes en Dinamarca. Just Eat, intermediario entre restaurantes y clientes para el envío de comida a domicilio, cotiza en la bolsa de Londres -donde tiene su sede central- y está presente en 13 países.
Jesús Rebollo, director general de Just Eat España desde enero de 2014, se sienta con EL ESPAÑOL en su oficina de Madrid, donde trabajan cerca de un centenar de empleados, para hablar del presente y del futuro de la compañía. Lo hace en un momento el que las empresas de reparto de comida a domicilio están en boca de todos. Para lo bueno y para lo malo.
Contáis con 8.000 restaurantes adheridos en España, ¿cómo ha sido la evolución y dónde está el límite?
Es un mercado que está creciendo y nosotros crecemos con él. Hace dos años teníamos 5.000 restaurantes. Los restaurantes van surgiendo, van apareciendo nuevos... El margen de crecimiento es muy amplio.
Se estima que hay entre 12.000 y 14.000 restaurantes que hacen comida a domicilio en España. Ya no nos queda mucho...(ríe). Tenemos una cuota muy alta. Trabajamos en la capilaridad y en nuevas poblaciones.
Just Eat cobra una comisión de entre el 12 y 14% al restaurante por cada pedido que se hace a través de su plataforma. Normalmente, los locales con los que trabajan tienen repartidores propios. Si no los tienen, Just Eat trabaja con empresas de repartidores.
¿Qué os diferencia de otros competidores en este segmento como Glovo, Deliveroo o Uber Eats?
Las diferencias que tenemos contra cualquier competidor es, primero, que somos una marca más abierta e inclusiva. No estamos posicionados en ningún segmento: ni premium, ni no premium, ni cool, ni no cool... Después, nos diferencia nuestra capilaridad. Estamos en toda España, en unas 500 poblaciones españolas. Además, tenemos la suerte de estar en Bolsa, con procesos y controles muy estrictos. Fijamos unos estándares de comportamientos y procesos muy exigentes.
Ahí tomamos ciertas decisiones que van orientadas a qué podemos hacer desde el punto de vista que sea bueno para la compañía pero también con responsabilidad social. Podíamos haber tenido 3.000 riders fácilmente, pero nosotros decidimos no entrar en este segmento sino hacerlo de una manera diferente, de una manera más complicada, más compleja, pero que a mí me deja dormir más tranquilo por las noches.
¿De dónde salen vuestros repartidores?
Cuento con empresas en las que confío mucho, con las que tengo una relación muy fuerte, y ellos se encargan de contratar a los repartidores, darles de alta en la seguridad social y de tener un ecosistema que a mí me permite dormir más tranquilo.
Tenemos varios partners, hemos trabajado con Seur, con Mission Box... estos últimos son una empresa sevillana que lo está haciendo genial.
¿Veremos a Just Eat con una tarifa plana?
Estamos pensando mucho en qué consistiría, cómo lo podemos hacer, cómo replicamos conceptos de mucho éxito como el Prime Now, o ahora Deliveroo, que ha sacado una tarifa plana de delivery. Preguntamos al usuario...
Habrá cosas, aunque aún no hemos encontrado el producto que me convenza 100%. Una tarifa plana de gastos de envío no tendría mucho sentido, porque la mayoría de nuestros pedidos no los tienen.
¿Dónde estará Just Eat en cinco años?
Estaremos aquí en 5 años, llevamos 18 años en este sector. Esa rentabilidad nos permite acometer inversiones e incluso adquisiciones. Sé que vamos a estar en el largo plazo porque somos rentables. Que entre competencia es normal, pero para nosotros son oportunidades. En este negocio la supervivencia depende del tamaño. El reto está en cómo nuevas compañías que están entrando gestionan ser sostenibles. Nosotros vamos a estar porque tenemos un modelo muy sólido y reconocible.
¿Qué le supone España al grupo?
Llegamos a estar el octavo, pero ahora Just Eat España es el tercer o cuarto país de los 13 en los que está la compañía. Somos uno de los países más estratégicos para el grupo, que ha centrado aquí muchas inversiones.
Después de haber disparado sus ingresos hasta los 18 millones en 2017, Just Eat España tratará de superar los 10 millones de pérdidas del pasado ejercicio, debidos al mayor gasto de personal y de publicidad. En los próximos días, hará públicos sus resultados. "Aspiramos a ser el mayor marketplace de comida a domicilio", concluye Rebollo.