Elon Musk deja la presidencia de Tesla, pero la estela de su errático discurso sigue marcado a fuego en la cotización de la compañía. Una herencia de la que los analistas desconfían que pueda librarse pronto y que, además, se conjuga con un modelo de negocio intensivo en capital y en el que la competencia de los gigantes tradicionales del motor es cada vez más notoria.
Aunque el relevo de Musk al frente de Tesla venía siendo una recurrente exigencia de inversores institucionales y analistas, su permanencia en la compañía que fundó como consejero delegado ha impedido por el momento una revisión alcista de consejos de inversión por parte de las firmas que siguen el valor. El consenso que recoge Thomsom Reuters marca para sus acciones un precio objetivo de 308,48 dólares por acción, lo que apenas le presupone un potencial del 0,3% frente a su cotización de mercado.
Ninguno de los 22 analistas que siguen el valor se ha apresurado a revisar sus previsiones tras el anuncio del pacto para evitar sanciones gruesas de la SEC. Y es que, tan pronto como se conocía el paso atrás de Musk en el organigrama de Tesla, este se dedicaba a mandar un correo a los empleados de la firma asegurando que muy pronto entrará en beneficios. Una afirmación que el grueso de los expertos que sigue el valor pone en más que cuarentena después de los últimos episodios de la compañía.
Si hace un año solo ocho analistas aconsejaban vender acciones de Tesla, mientras que nueve recomendaban la compra, ahora son diez los que invitan a vender y solo siete animan a engordar cartera. A un año vista, el precio objetivo que el consenso concede a sus acciones ha caído un 3,6%. Solo el último mes, el recorte es del 4,3% desde los 322,38 dólares que marcaba la media de expertos al inicio de septiembre.
El analista Antonio Sales, de XTB, recuerda que desde que empezó la polémica en torno al amago de Musk por retirar de bolsa al valor, su gráfica ha cedido más de 100 dólares ¿con más tramos bajistas que alcistas¿. Si perforase los 270 - 280 dólares por acción en los que ahora marca su soporte más contundente, quedaría abierta la pérdida de otros 50 dólares más por acción a corto o medio plazo, según las gráficas que maneja.
El director de análisis de Value Tree, Jaime Sémelas, señala que la cotización de Tesla ¿se mueve por expetativas del mercado y los analistas¿, puesto que al no generar caja y estar en pérdidas, la visibiliad real del valor es ¿cero o negativa¿. Eso sin olvidar que los dos motores de la cotización de Tesla han demostrado ser ¿cambiantes en el muy corto plazo¿, recuerda el experto.
Desde Bankinter recuerdan que a pesar del acuerdo que se ha alcanzado, sobre Musk sigue pesando una acusación de ¿manipulación de mercado¿. Los analistas de esta casa aconsejan vender sin rodeos acciones de la compañías aprovechando los últimos coletazos del valor.
El analista independiente Roberto Moro señala que ¿lo único bueno de esta última historia¿ es que se han aguantado los 245 euros por acción en los que la automovilística encuentra un soporte intacto desde marzo de 2017. Sin embargo, considera que lo mejor es dejar pasar cualquier bandazo de precio hasta que no se confirme la cotización por encima de los 315 dólares, cuya superación sí que abriría las puertas a un rebote mayor hacia los 335 dólares por título e incluso, a más largo plazo, hacia la zona de máximos en los 387 dólares. Una opinión esta última poco compartida entre sus colegas.
INTENSIVO EN CAPITAL, APRETADO EN ENTREGAS
En este sentido, Marc Ribes, co-consejero delegado de Blackbird, recuerda que ¿hace bastante tiempo que estamos muy negativos con el valor¿. ¿Mientras la imagen de Musk se deteriora, la compañía sigue sin generar caja y su actividad requiere de capital, lo que más pronto que tarde la llevará a una ampliación de capital¿. Un destino en el que, según el experto, quedaría en evidencia la actual sobrevaloración de Tesla, pues pocos inversores se mostrarían abiertos a asumir los precios que hoy por hoy marca una gráfica que apenas si cede un 1,3% en lo que va de año.
Sin números operativos que poder valorar en profundidad, la reciente dimisión de algunos de sus primeros directivos deja en evidencia la división reinante en su seno ejecutivo. Para los analistas más reacios hacia el valor, incluso la posibilidad de que algunos de los números publicados por la compañía no sean tan evidentes como se hace pensar al mercado.
Para Victoria Torre, responsable de productos de Self Bank, la clave está en la consecución de la entrada en rentabilidad adelantada este viernes por el propio Musk. Una vez que se consiguiera el punto de `break-even¿, la experta considera que la opinión del mercado cambiaría radicalmente, aunque existan otros focos de atención.
Estos puntos de interés pasan, sin duda, por los objetivos para la fabricación del Model 3 en el tercer trimestre, que podrían haberse alcanzado según las estimaciones de Bloomberg. La confianza que parece haber recuperado la automovilística es más de corto plazo, porque lo único que se ha evitado es cierto ¿daño reputacional¿ a la imagen de la compañía.
En opinión de Haris Anwar, analista de Investing.com, la ¿dilapidación de efectivo¿ y los problemas de producción que viene arrastrando desde hace meses, hace que Tesla sea considerada ¿una apuesta demasiado arriesgada para inversores serios¿. Se le antoja que el recorrido para dejar en la cuneta a los inversores bajistas y las ¿preocupaciones¿ de los gestores es todavía largo y que un vuelco en su gráfica de precios no será un destino inmediato.