La sociedad gestora de las bolsas españolas, BME, ha anunciado este jueves que contempla adquisiciones por hasta 600 millones de euros. Ante la eterna posibilidad de terminar absorbida por un gran grupo internacional, se busca un golpe de efecto para cambiar radicalmente el discurso del mercado.
Estas compras se financiarían gracias a los 100 millones que BME tiene ahora en caja fuerte más emisiones de bonos por el importe restante. En este sentido, ya se ha comenzado a trabajar con asesores y agencias de rating, según ha anunciado la compañía en su Día del Inversor celebrado este jueves. El tope está en un endeudamiento máximo de 2,5 veces Ebitda para una compañía acostumbrada a contar con posición de caja neta.
Las eventuales adquisiciones en las que se embarque BME estarán trazadas con base en cinco factores clave que ha desgrandado su directora financiera, Marta Bartolomé. En primer lugar, alta complementariedad estratégica con la actual estructura de la cotizada española, lo que se traduce en ¿sinergias para el negocio estratégico¿ y encaje ¿cultural y de transformación¿ con la organización, según recoge el plan estratégico presentado este jueves en la Bolsa de Madrid. Preferiblemente, posiciones de accionista mayoritario o de control.
A todos estos se le suma la premisa de no dañar la política de dividendos del grupo, que quiere seguir siendo uno de los más generosos del mundo por `pay-out¿ y también entre las cotizadas españolas. En este sentido, el objetivo se establece en mantener una retribución anual al accionista en torno a 1,5 euros por título.
Con esta estrategia de crecimiento inorgánico, el consejero delegado de BME, Javier Hernani, ha anunciado que el objetivo está en aumentar sus ingresos en un 4 % anual hasta el año 2021 y mejorar el beneficio neto un 6% en el mismo periodo, mientras que la base de costes se pretende contener en incrementos del 2%. Para ello se lanzarán nuevas iniciativas y herramientas que permitan al grupo ¿convertirse en el proveedor de infraestructuras de los mercados españoles de las entidades financieras en toda la cadena de valor¿, ha explicado el directivo.
Los dos pilares de la nueva hoja de ruta de BME están en la diversificación y el foco en el cliente, ha explicado el presidente Antonio Zoido. En este sentido, Bartolomé ha señalado que un 44% de sus ingresos no está relacionado con volúmenes de negociación a cierre de 2017, frente a un 34% solo tres años antes.
Aunque la sociedad española logra acaparar un 70% de la negociación del mercado regulado, la pérdida de protagonismo ha ido en aumento en los últimos tiempos por la proliferación de plataformas alternativas y una menor liquidez del mercado español, que Hernani espera que se vaya recuperando a lo largo del próximo trimestre.
Como parte de estas iniciativas para facilitar la negociación en el mercado oficial, Jorge Yzaguirre, director de Mercados, ha anunciado que se han revisado las tarifas en renta variable, se han acometido reformas en los mercados de renta fija y se ha impulsado la actividad en derivados. El directivo ha señalado que ¿estas medidas no son de impacto inmediato, pero harán posible una mejora¿ a medio plazo.