Políticos, empresarios o estrellas de rock. ¿Qué tienen en común? El gusto por volar en un jet privado. Las ventajas están a la vista: controles de seguridad más rápidos, un mayor confort en las cabinas y excentricidades varias con las que se agasaja a los clientes. El ‘pero’ también salta a la vista: el precio.
La aviación privada está sólo al alcance de unos pocos, pero VistaJet propone una “solución aérea” que pasa por el “paga por lo que vuelas”, dejando a un lado la necesidad de invertir en tu propio avión.
“En lo que se refiere a aviación privada, la opción más obvia es comprar un avión para tu propio uso; en el otro extremo están los vuelos chárter. En el punto medio está nuestro modelo, que garantiza la disponibilidad de un avión para viajar al destino que tú elijas”, explica el presidente de VistaJet en Europa, Philippe Scalabrini.
Esta operadora de vuelos privados, fundada en 2004 por el multimillonario suizo Thomas Flohr, se enfoca hacia el público corporativo. Las empresas representan el 70% de su base de clientes, pero han detectado una tendencia clave para su negocio: cada vez hay más particulares que optan por deshacerse de su avión y aprovechar las ventajas de este servicio. De hecho, en 2017, cuatro de cada diez nuevos clientes de VistaJet eran propietarios o copropiearios de un avión privado.
Pero más allá del cliente corporativo, la compañía dispone de dos servicios diferenciados que les acercan al cliente particular. Por un lado, ofrece al cliente la posibilidad de “suscribirse” al servicio con un programa diseñado a su medida. Esta suscripción personalizada permite a un cliente disponer en cualquier momento de un avión de medio y largo radio para volar a dónde elija.
Por otro, ofrece la posibilidad de reservar, con 24 o 48 horas de antelación dependiendo de la distancia, un avión. En este caso, las tarifas son negociables y dependen tanto de la necesidades que demande el cliente como de la disponibilidad de la flota.
En ambos casos, “el cliente solo paga por el tiempo que ocupa el avión, no se le cobra el trayecto de ida hacia la ciudad desde donde viaje”, añade Scalabrini.
Crece en España un 18%
Esta apuesta por los servicios diferenciados está dando sus frutos. En 2017, la compañía transportó 52.000 pasajeros en todo el mundo y la previsión es que este año bata este récord anual a la vista de las cifras del primer semestre. Entre enero y junio, transportó un 23% más que el año pasado, 30.000 pasajeros. El número de horas voladas aumentó un 27% y el número de vuelos realizados un 29%.
Y la tendencia no es algo que escape a las fronteras españolas. En el primer semestre del año, el número de vuelos operados desde y hacia España ha aumentado un 18%, ha detallado Scalabrini en un encuentro con medios. El número de pasajeros transportados ha aumentado un 21% y las horas de vuelo realizadas un 15%.
El motor de este crecimiento ha sido tanto la mejora en la economía a nivel global como de la actividad empresarial. Pero también que cada vez son más las empresas y pasajeros individuales que optan por la aviación privada frente a la compra de sus propios aviones con el objetivo de “reducir los costes y los riesgos asociados a su mantenimiento”. De hecho, se proponen como una “solución complementaria” para las empresas a sus flotas privadas.
Y el potencial de España está aún por explotar en este segmento, consideran desde la compañía. El aumento en la demanda de viajes a nivel global sonríe a VistaJet. La firma espera un “aumento ininterrumpido” de su cartera de clientes tanto en España como Europa, región que representa un 41% de sus horas de vuelo.
El ‘unicornio’ de la aviación privada
La compañía está entre los ‘unicornios’ europeos con un valor de más de 2.500 millones de dólares. Desde su fundación, hace 14 años, VistaJet ha transportado a más de 330.000 pasajeros en 132.000 vuelos. Han tocado más de 1.600 aeropuertos en 187 países, llegando a un 96% del mundo, ha detallado el directivo.
No ofrecen datos de cuota de mercado a nivel global ni europeo, pero se jactan de su servicio de vuelo por horas y el hecho de que el cliente tenga a su disposición “la flota entera” les hace líderes en su segmento, superando “con creces” la media de los resultados del sector europeo de aviación privada.
Su flota, que empezó con dos aviones, la forman hoy 72 jets ejecutivos en propiedad, otra diferencia con las compañías que operan vuelos chárter. La mayoría de sus aviones tienen licencia en Malta, donde tiene su sede, pero una parte está registrada en Estados Unidos para poder operar vuelos a este país.
De hecho, entre sus clientes particulares está Barack Obama, el expresidente de Estados Unidos, que eligió esta compañía para volar a España el verano pasado. “La clave es el servicio”, asegura el ejecutivo. No importa dónde contrate el vuelo, “el cliente va a encontrar siempre un servicio personalizado y cuidado al detalle. Los aviones son exactamente iguales”.