Los ingresos de Citi alcanzaron en el tercer trimestre de 2018 los 18.339 millones de euros (15.852 millones de euros), lo que supone un ligero descenso del 0,2% en comparación con los 18.419 millones de dólares (15.921 millones de euros) que facturó hace un año.
En concreto, el crecimiento del 2% que registró su negocio de banca minorista global se vio finalmente compensado por el descenso del 2% de las actividades de clientes institucionales y la caída del 5% de su división corporativa.
Por regiones, la cifra de negocio aumentó en Latinoamérica y en Europa, Oriente Medio y África (EMEA), donde aumentó un 10% y un 8%, respectivamente. Por el contrario, los ingresos se mantuvieron estables en Asia y descendieron un 5% en América del Norte.
En el conjunto de los nueve primeros meses del año, Citi obtuvo un beneficio de 13.732 millones de dólares (11.870 millones de euros), lo que supone un 14% más, mientras que sus ingresos aumentaron un 1%, hasta los 55.730 millones de dólares (48.167 millones de euros).
El consejero delegado de Citi, Michael Corbat, ha remarcado que estos resultados muestran un "sólido" crecimiento de los ingresos interanuales en la mayoría de sus negocios y ha destacado que el incremento de sus préstamos y sus depósitos al mismo tiempo que continúa "gestionando de forma prudente los riesgos, como demuestra la estabilidad de cartera de crédito".
En este contexto, ha remarcado que la compañía está en el buen camino para alcanzar los objetivos financieros marcados para el conjunto del año, mientras sigue haciendo inversiones seleccionadas que financiarán el crecimiento futuro de la entidad y mejorarán su capacidad para atender a sus clientes.