El acuerdo con Unidos Podemos para los Presupuestos de 2019 revisará la retribución y los pagos por capacidad.
El Gobierno de Pedro Sánchez enfrenta su primera brecha con las eléctricas. Si bien la llegada de Teresa Ribera a la cartera de Transición Energética, heredera de la Energía de Álvaro Nadal, dejó al sector a la expectativa y predispuesto al diálogo, la decisión del Ejecutivo de reformar el mercado eléctrico para “acabar con la sobrerretribución” ha encendido las alarmas entre las energéticas y en el mercado.
El acuerdo para los Presupuestos Generales de 2019 que ha firmado Sánchez con Unidos Podemos fija como compromiso revisar la retribución que reciben en el mercado mayorista “determinadas tecnologías instaladas antes de la liberalización” y que han recuperado “sobradamente sus costes de inversión”. El documento no detalla en qué consistirá la modificación o cómo se aplicará, pero avanza que una vía sería fijar un máximo de retribución en el ‘pool’ y que la diferencia con el precio diario sea un ingreso destinado a reducir la factura de la luz de los ciudadanos.
Esta alusión genérica del pacto apunta directamente a la nuclear y a la hidráulica y el sector eléctrico no ha tardado en mostrar su malestar ante la propuesta ya que, aunque apoyan reformar el mercado para acercarlo “a estructuras ya existentes en la Unión Europea, con contratos bilaterales y subastas de capacidad”, piden no aplicar medidas que penalicen a las energías libres de emisiones con argumentos que son extensibles a todas las energías renovables.
Se requiere, apuntan a este periódico fuentes del sector, “una reforma general y no tecnológica, acompañada del desarrollo de mecanismos de capacidad para la generación térmica”, una tecnología que irá reduciendo su peso en el mix generador pero servirá para garantizar el suministro.
La más perjudicada por estos cambios sería Iberdrola: más de un tercio de sus activos de generación en España son hidroeléctricos. Para Endesa, la cartera ‘hidro’ supone un 20% de su capacidad instalada, mientras que para Naturgy es un 15% y para EDP, un 12%. En nuclear, Endesa e Iberdrola están más igualados en base generadora, con 3.318 MW y 3.177 MW, respectivamente. Naturgy cuenta con 604 MW.
De materializarse las medidas anunciadas por el Gobierno, el golpe al beneficio de las grandes eléctricas puede ser de hasta un 13%, estima JP Morgan en su último informe, y la más perjudicada sería Endesa, seguida de Iberdrola y Naturgy. Según el análisis del banco de inversión, eliminar 10 euros por cada megavatio hora que ingresan las tecnologías hidroeléctrica borraría un 3% del beneficio por acción de Endesa y de Iberdrola, y un 1,5% de Naturgy. Pero, teniendo en cuenta la nuclear, el mordisco a los beneficios sube otro 10% en el caso de Endesa, un 6% más en el de Iberdrola, y resta otro 2% a las cuentas de Naturgy.
Inversiones no amortizadas
El sector considera que se trata de medidas “contrarias a la UE” y que, inevitablemente, llevarán a una nueva judicialización del sector ahora que lo que se busca estabilidad para atraer las inversiones necesarias hacia renovables para cumplir con las metas de descarbonización. Pero es que tampoco ven justas las medidas porque las inversiones, ni las nucleares ni las hidroeléctricas, están amortizadas todavía. Ni las realizadas para su puesta en marcha ni las que requieren para su mantenimiento y actualización.
De hecho, apuntan, la “sobrecarga” de impuestos sobre los ingresos de las nucleares hace que aún no sean viables, como ha defendido Iberdrola en numerosas ocasiones. Pero es que en el caso de las hidroeléctricas, además del 25% de impuestos sobre sus ingresos, las cuantiosas inversiones en obra civil para ponerlas en marcha hace el periodo de amortización se extienda durante 70 años. En este momento, apuntan, los balances de las eléctricas reflejan una amortización contable pendiente de más de 7.000 millones, con 30 años de vida útil por delante.
La hidroeléctrica es una de las tecnologías contempladas en el Plan de Renovables que marca como horizonte 2020, y se establece un potencial adicional de generación de 34.000 GWh, lo que duplicaría la producción anual actual. “El simple anuncio de estas medidas retrae el capital y el interés del inversor”, sostienen, en un momento en que habría que “promover y no penalizar” esta tecnología.
Golpe en Bolsa
Además de la retribución a las generadoras, el acuerdo del Gobierno con Unidos Podemos recoge también una revisión a los pagos por capacidad para limitarlos a "medidas condicionales, transitorias, sin distorsiones, de último recurso", con el objetivo de evitar "ayudas ilegales". Estos pagos, los importes que reciben las generadoras de forma complementaria a la retribución del mercado para incentivar las inversiones y garantizar su disponibilidad, son parte de los costes regulados que sufragan los ciudadanos a través de la factura.
La incertidumbre no gusta al mercado y el golpe en Bolsa fue inmediato. Las energéticas se dejaban el jueves más de 3.400 millones en el parqué bursátil, con caídas de un 4,49% para Endesa, 4,36% para Acciona y otro 4% para Naturgy.
Para Iberdrola, aunque el castigo en términos porcentuales fue menor (un 2,36% respecto a la sesión anterior), en capitalización se llevó el mayor golpe, con una pérdida de 934 millones. En el caso de Enagas, cerró con un retroceso de 2,56% y 150 millones menos en capitalización.
El millonario batacazo recordó al de principios de año, cuando Nadal amagó con recortar los ingresos regulados del sistema eléctrico y gasista, y la sesión del viernes no fue mejor. Tras cotizar en rojo toda el festivo nacional, las grandes energéticas cerraron el viernes con caídas de más de un 4% en el caso de Endesa o Acciona y de un 3% en el de Iberdrola.
En las dos últimas sesiones de la semana, Endesa y Acciona se han dejado más de un 8%; Naturgy más de un 6% e Iberdrola un 5,8%. En total, los retrocesos de Iberdrola, Endesa, Naturgy, Acciona y Enagas entre el jueves y el viernes han restado a estas compañías casi 6.000 millones de euros de su capitalización. La más perjudicada ha sido Iberdrola, con un mordisco a su valor bursátil de más de 2.300 millones, seguida de Endesa (más de 1.700 millones) y de Naturgy (casi 1.400 millones).