Colonial se ha convertido hoy en la primera inmobiliaria española que obtiene la certificación BBB+ con perspectiva estable. Según el informe de Standard & Poor’s, la socimi aumenta su calificación crediticia gracias a la reciente adquisición de un 22,2% de SFL que poseía QIA, pasando del 59% al 80,8%, pero también por la localización CBD de sus activos prime en mercados con altas perspectivas de crecimiento.

En mayo de 2015, Colonial se convirtió en la primera inmobiliaria cotizada española a la que Standard & Poor’s otorgaba una calificación Investment Grade. En ese momento, la agencia de rating otorgaba a Colonial una calificación crediticia de BBB-.

S&P elevó el rating de Colonial a BBB con perspectiva estable en abril de 2017. Las razones fueron la evolución positiva del negocio operativo de Colonial, así como la mejora del perfil financiero del Grupo y otros factores como la ubicación de su portafolio, el liderazgo en CBD, una adecuada diversificación geográfica de sus activos, la demanda creciente de espacios de oficinas y un incremento de los ingresos por rentas.

En estos momentos el Grupo Colonial tiene el 83% de su deuda en bonos corporativos, esta deuda crediticia asciende a 3.800 millones de euros y tiene un coste total del 2%. “Tras esta mejora de la calificación, Colonial podrá acceder a los mercados de capitales con un menor coste de la deuda y pone de manifiesto la solidez financiera de la compañía” explica Carmina Ganyet, Directora General Corporativa.