EDP Renováveis y Repsol han lanzado el mayor parque eólico flotante del mundo, Windfloat Atlantic, un proyecto con una capacidad de 25 megavatios (MW) que está situado en aguas de Portugal y cuya inversión inicial ha ascendido a unos 125 millones de euros.
El proyecto ha tenido su puesta de largo este viernes en un acto en la sede en Lisboa de EDP a la que asistieron, entre otros, la vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Emma Navarro; los consejeros delegados del grupo EDP, Antonio Mexia; y EDP Renováveis, Joao Manso Neto; y el director financiero de Repsol, Antonio Lorenzo, entre otros.
La filial 'verde' del grupo luso EDP es el accionista principal del proyecto, con una participación del 79,4%, mientras que Repsol está presente con un 19,4% y Principle Power posee el 1,2% restante.
Situado a 20 kilómetros de la costa de Viana do Castelo (Portugal), en aguas con una profundidad de unos 100 metros, el proyecto de 25 MW será capaz de suministrar electricidad a una población de 60.000 habitantes.
El consejero delegado de EDP, Antonio Mexia, indicó que el proyecto sitúa al grupo "como el productor de energía eólica más destacado a nivel mundial, está vez a través de un proyecto pionero en la industria marina".
Por su parte, el director financiero de Repsol, Antonio Lorenzo, destacó el encaje del proyecto en la apuesta del grupo por ser "una empresa multienergía de generación de electricidad baja en emisiones".
FINANCIACIÓN EUROPEA
En su desarrollo, el proyecto ha contado con el respaldo financiero del Banco Europeo de Inversiones (BEI), del programa de la Comisión Europea NER300 y del Gobierno luso, al tratarse de un proyecto "vanguardista y de características únicas y beneficios para el empleo, la tecnología y el medio ambiente", indicó Emma Navarro.
En concreto, el BEI respalda el despliegue de esta tecnología en Portugal con un préstamo de 60 millones de euros. Además, el proyecto recibirá 29,9 millones de euros del programa NER300 de la UE y hasta 6 millones de euros del Gobierno de Portugal a través del fondo portugués para la reducción de las emisiones de carbono.
GENERARÁ MÁS DE 250 EMPLEOS NUEVOS
Además, la vicepresidenta del BEI subrayó que la tecnología desarrollada por este proyecto permitirá contribuir "de forma decisiva" a la industria eólica europea, "permitiendo generar energía en lugares donde antes no era posible, así como nuevas oportunidades para industrias como la naval y la metalúrgica". Asimismo, destacó que generará más de 250 nuevos empleos en España y Portugal con el desarrollo de sus nuevas plataformas.
Así, la contribución española va más allá de la presencia de la petrolera en el accionariado, ya que una de las tres plataformas semiflotantes semisumergibles que se instalará se construirá en Avilés (Asturias), mientras que las tres plataformas se montarán en el puerto de Ferrol y desde allí se llevarán a Viana do Castelo. Entre los proveedores se encuentra Navantia.
Windfloat Atlantic se convierte así en una realidad después de que su proyecto piloto se iniciará en 2011 con éxito, generando 17 gigavatios hora (Gwh) durante cinco años y soportando olas de más de 18 metros de altura.
La instalación cuenta con tres turbinas eólicas desarrolladas por MHI Vestas montadas sobre plataformas ancladas al lecho marino a una profundidad de 100 metros. En la actualidad, prácticamente la totalidad de los parques eólicos marinos utilizan estructuras de soporte ancladas al lecho marino, lo que hace que los parques eólicos se tengan que situar en aguas poco profundas y cerca de la costa, especialmente en el Mar del Norte, lo que da una gran ventaja a este nuevo proyecto.
Según las estimaciones, prácticamente el 80% de recursos eólicos marinos en Europa se encuentran a una profundidad de al menos 60 metros, donde el coste que conllevan las estructuras con base fija no es interesante desde el punto de vista económico.