Si Shakespeare hablaba de “el invierno de nuestro descontento” que “se vuelve verano con este sol de York”, podemos pensar que la consola de videojuegos está aportando su granito de arena: Este es el otoño de nuestra PlayStation.
Y es que la caída en la Bolsa se está haciendo más llevadera con el regreso de títulos clásicos que siempre nos alegran la llegada del otoño, con una interesante sorpresa arácnida y con interesantes secuelas de algunos de los mejores juegos de la Historia. Eso sí, olvidad por ahora la Xbox: los mejores juegos exclusivos hace tiempo que están todos en PlayStation y la compañía que dirige Satya Nadella tiene claro que el corazón de su negocio no está en los videojuegos -concretamente, desde que lo dijo abiertamente en 2014-.
Tampoco es que sea muy difícil ignorar la Xbox: se ha vuelto casi testimonial en los lineales de las grandes superficies españolas y su cuota de mercado en nuestro país, que nunca había sido gran cosa, se ha terminado de desplomar con la entrada de la Nintendo Switch.
El caso es que los videojuegos otoñales van a ser algo parecido a lo que vemos en EEUU con la reaparición estacional del Pumkin Spice Latte, una bebida tan popular que en dicho mercado es conocida ya por su siglas: PLS. Es el momento de desempolvar las chaquetas y cargar los mandos.
Obviamente, para los jugones impenitentes que pueden echar millones de horas a la cosa, la fiesta no ha terminado nunca. Pero quienes tenemos unas pocas horas a la semana para darle al vicio, necesitábamos mandanga de la buena. Y la tenemos ahí, a la vuelta de la esquina.
NBA 2K19: De vuelta a la cancha
Los primeros en llegar han sido los chicos de la NBA con el 2K19. Un juego que ha corregido algunas decisiones cuestionables y que ha dado un lavado de cara al sistema de El Barrio que conocimos el año pasado con algunas mejoras en el sistema de micropagos. El modo Historia es infinitamente mejor que el que vivimos el año pasado y nos devuelve a la piel de un ‘underdog’, un Paulinho de la vida que se juega la vida en Asia antes de encontrar su camino en la NBA.
¿Lo mejor para mí? La limpieza del sistema de rachas y la transformación en uno de “dominio”. El jugador en racha no se convierte de repente en un superhéroe, sino que mejora mucho en sus puntos determinantes. Además, para quienes no nos divertimos mucho viendo a los tiradores hacer estragos desde distancias a lo Stephen Curry, tenemos variedad y calidad en el juego en los postes.
Fifa 19: Más jugadores de 90
El Fifa 19 llega, como cada año, dispuesto a arrasar con todo, pero este año cuenta con algunas novedades importantes. Una es ver a Alex Hunter en el Real Madrid. La otra, el modo No Rules, que te permite jugar sin árbitro y desahogar con monigotes virtuales tus frustraciones del día a día en lugar de hacerlo en el campo. Messi, ve preparando tus tobillos virtuales.
Además, esta temporada empieza con 15 jugadores por encima de los 90 puntos, frente a los 11 del año pasado. El Real Madrid es el líder, con Courtois, Kroos, Ramos y Modric, lo que debería compensar en los equipos que formes por la ausencia de Cristiano Ronaldo, que se ha llevado su media de 94 a la Juve.
¿Lo mejor de todo? Una limpieza del modo Ultimate con un interesante sistema de Divisiones que no sólo es mucho más divertido sino que recompensa mucho más a los jugadores que quieren ganar moneditas jugando o haciendo ‘trading’.
El modo de ‘El Camino’ también está muy trabajado, y te deja la posibilidad de jugar con Hunter, Danny Thomas y Kim Hunter en distintas tramas que funcionan en paralelo. La historia de la hermana pequeña de Alex es maravillosa. La idea de que millones de jugadores sentirán el machismo en sus carnes cuando los periodistas les pregunten si tiene novio en lugar de por su rendimiento en el campo es demasiado buena como para no jalearla.
Spiderman de Insomniac
“Siempre fuisteis mis favoritos”. El juego de Spiderman de Insomniac es una gozada. Se le ha acusado de ser poco innovador en la mecánicas y es cierto. No deja de ser una combinación de Arkham City y, a trozos, es un poco mezcla de todo lo que hemos visto en videojuegos durante los últimos años.
Alguna review decía que, de tanto aprovechar todos los hallazgos de otros juegos de los últimos tiempos, bien podría llamarse Videojuego, el Videojuego. Y no le falta razón. Pero con casi un 50% a mis espaldas puedo afirmar que estamos hablando de un título entretenidísimo que ha hecho que mi hija de ocho años diga que columpiarse por la ciudad “es como volar” y que quiere ser Spiderman.
Red Dead Redemption 2
A Rockstar le ha caído una bronca en redes sociales después de que su cofundador, Dan Houser, dijese en una entrevista que, en algunos momentos, sus empleados han trabajado cien horas a la semana para terminar un juego que lleva siete años en el horno. Pero más allá de lo discutible de las declaraciones, no voy a dejar de comprarlo. El RDR2 no sólo es el juego que más he esperado este año. Es el juego que más he deseado en mi vida.
El Salvaje Oeste de la primera entrega fue una experiencia mágica, hasta el punto de que muchas veces encendía la consola sólo para poder pasar unas horas paseando a caballo y mirando los paisajes, recogiendo plantas o cazando.
Es lógico argumentar que la compañía podía haber contratado más gente para terminar el proyecto, o gestionar mejor el tiempo. Es lícito decir que el famoso ‘crunch’ de los videojuegos, el apretón final para terminarlos, tiene un ‘glamour’ un poco injusto. Pero me parecería hipócrita. Soy periodista y no sólo he dedicado muchas horas de más a un trabajo que me apasiona, sino que también he dejado para el final algún proyecto a costa de tener que trabajar de más en el último minuto.
Pienso conseguir el juego en cuanto salga a la calle, el próximo 26 de octubre.
Assassin´s Creed Odyssey
No soy un gran fan de la saga y creo que Ubisoft tiene tendencia a poner por delante la cantidad antes que la calidad. Sólo disfruté de verdad de la tercera entrega y porque sigo creyendo que es uno de los mejores juegos de piratas jamás creado. Mi mujer, en cambio, ha sido una gran fan de la saga desde los inicios, así que me obliga a mantener la atención periódicamente.
Sin embargo, Odyssey es un juego que me ha llamado la atención no gracias a ella, sino gracias a uno de los mejores trailer de videojuegos jamás rodados, en el que juegan con las primeras escenas de la maravillosa Trainspotting de Danny Boyle para recordarnos que los videojuegos son, como las drogas, otra forma de sacarnos de nuestra propia mediocridad y llevarnos mucho más lejos. Sin destrozarnos la vida, claro está.
Lo dicho, que los ‘gamers’ que trabajamos y tenemos una vida vamos a vernos obligados a hacer hueco a estas criaturas digitales. Si de repente uno de sus compañeros del trabajo tiene peor cara que de costumbre, callos en los pulgares y ojeras pronunciadas, puede echar la culpa a cualquiera de los juegos antes mencionados. O a las drogas, nunca se sabe.