No obstante, el resultado por operaciones continuadas de la multinacional en los nueve primeros meses del año creció un 6,3% interanual, hasta 587 millones de euros, mientras que los ingresos de Philips por negocios interrumpidos representaron pérdidas de 169 millones hasta septiembre, cuando un año antes aportaron un resultado positivo de 419 millones.
Las ventas de Philips entre enero y septiembre alcanzaron los 12.535 millones de euros, un 0,5% más que en el mismo intervalo del ejercicio precedente, aunque en datos comparables, que excluyen el impacto del tipo de cambio y de las variaciones en el perímetro contable de la empresa, aumentaron un 4,4%.
En el tercer trimestre, la compañía holandesa obtuvo un beneficio neto atribuido de 291 millones de euros, un 7,6% menos que en el mismo periodo de 2017, mientras que sus ventas aumentaron un 3,8%, hasta 4.306 millones y los pedidos avanzaron un 11%.
Asimismo, Philips contabilizó un ahorro durante el trimestre de 72 millones de euros en compras y de otros 52 millones en gastos generales y otros programas de productividad, elevando la cifra de ajustes en lo que va de año a 330 millones, en vías de alcanzar el objetivo anual de 400 millones.
"Aunque estoy satisfecho con el crecimiento del 11% de los pedidos durante el trimestre, las mejoras operacionales fueron parcialmente compensadas por un incremento de los vientos en contra relacionados con el tipo de cambio", declaró Frans van Houten, consejero delegado de la compañía.
"De cara al futuro, mientras observamos continuos vientos contrarios, para los cuales hemos adoptado medidas apropiadas, reiteramos nuestros objetivos para el periodo 2017-2020 de un crecimiento de las ventas comparables de entre el 4% y el 6% y de una mejora media anual de 100 puntos básicos del margen de Ebita ajustado", añadió.