Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, obtuvo un beneficio neto atribuido de 692 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa una caída del 58,4% en comparación con el resultado del mismo periodo de 2017, según ha informado la entidad, que prevé lograr en 2018 su primeros beneficios anuales en cuatro años.
La cifra de negocio neta de Deutsche Bank de enero a septiembre experimentó una caída interanual del 4,8%, hasta los 19.741 millones de euros, además de reducir un 31% la partida destinada a provisiones por pérdidas de crédito, que sumó un total de 273 millones de euros.
En los nueve primeros meses del año, Deutsche Bank registró gastos al margen de intereses por importe de 17.800 millones de euros, un 1% más que el año anterior, aunque en términos ajustados bajaron un 1%, hasta 17.400 millones. La cúpula directiva del banco alemán ha reafirmado su objetivo de recortar sus costes ajustados a 23.000 millones en 2018 y a 22.000 millones el próximo ejercicio.
En el tercer trimestre, el banco alemán obtuvo un beneficio neto atribuido de 211 millones de euros, cifra que supone un 67,4% menos que en el mismo periodo de 2017, mientras que los ingresos netos de Deutsche Bank cayeron un 8,8% interanual, hasta 6.175 millones.
Por otro lado, la entidad informó de que al finalizar el tercer trimestre su plantilla era de 94.717 empleados a tiempo completo, cifra que supone una reducción neta de 700 trabajadores en el trimestre, después de reducir en unos 1.450 los empleados a tiempo completo, pero contratar alrededor de 750 graduados. En el conjunto de los nueve primeros meses del ejercicio, Deutsche Bank redujo su plantilla en unos 2.800 efectivos a tiempo completo.
En este sentido, los gestores del banco confirmaron su objetivo de reducir la plantilla de la entidad por debajo de los 93.000 efectivos a finales de este año y a menos de 90.000 a finales de 2019, incluyendo el impacto de la venta acordada de las operaciones minoristas de Deutsche Bank en Polonia, que supondrá el recorte de unos 1.400 empleos.
"Este resultado representa un nuevo hito en nuestro camino para convertirnos de manera sostenida en un banco rentable", declaró Christian Sewing, consejero delegado de Deutsche Bank. "Tenemos bajo control nuestros costes y capital suficiente para crecer. Estamos en vías de ser rentables en 2018, por primera vez desde 2014", añadió.