“Los buitres son fuertes”, clamó, mitinero, el diputado y secretario de Sociedad Civil y Movimiento Popular de Podemos, Rafael Mayoral, quien aprovechó su inflamado discurso para pedir a la sociedad que permanezca “atenta a los abusos” para evitar "la 'uberización' de la economía".
¿Pero a qué ‘uberización’ se refiere? ¿A las VTC? En su discurso, Mayoral habló de quienes, supuestamente, pretendían “que la gente trabajara sin cotizar y sin declarar”. Y ahí tenemos una de las grandes mentiras del taxi, repetida una y mil veces en sus argumentos contra las VTC. Que el que el tipo de trabajo que promueven es menos digno que el del taxi. Pero hay más, y urge analizarlas.
“Las VTC son buitres”
En la guerra de insultos contra las VTC, el concepto de ‘buitres’ es más nuevo que el clásico recurso a las ‘cucarachas’ que suelen usar los taxistas. Y sí, es cierto que las licencias VTC están en manos de fondos e inversores particulares, pero también de antiguos taxistas. Básicamente, de quienes vieron el negocio.
Y si este negocio existe en su formato actual fue porque, ¡debido precisamente a la presión de los taxistas!, se decidió que soluciones como Uber POP, que inicialmente sí planteaban la opción de que cualquier particular pudiera llevar a la gente de un punto a otro, no tuvieran cabida en nuestro ordenamiento.
Lo que hizo entonces Cabify fue detectar la importancia de las licencias VTC en este contexto y utilizarlas para entrar con fuerza en el mercado español. Pero son legales, operan con todas las garantías y aprovechan la tecnología para hacer algo que antes les estaba vetado.
Los taxis pocas veces mencionan los sistemas de reventa de licencias de taxi, que no dejan de ser un sistema privado de intercambio, a menudo llevado a cabo a través de canales extremadamente informales. La administración no fomenta que las licencias de taxi (o las de VTC) hayan alcanzado precios astronómicos, simplemente con el taxi nunca puso barreras y ahora se dispone a hacerlo con las VTC debido a la presión en la calle de los taxistas. En ambos casos, existen inversiones que unos y otros pretenden recuperar. Pero unos ejercen la presión en la calle y la violencia a sus anchas y han conseguido achantar a la clase política.
"El Taxi pierde dinero por Uber y Cabify"
El Taxi pierde con las crisis económicas, pero la caída que haya podido suponer la existencia de Uber y Cabify al taxi es minúscula. Lo prueban los datos. De hecho, el Taxi se beneficia de un entorno de transporte multimodal en el que los consumidores cada vez utilizan menos el vehículo particular, de las restricciones en el centro de las ciudades para reducir la contaminación y de la reactivación de la economía.
Con el nuevo Madrid Central, incluso, las licencias de taxi se revalorizarán sensiblemente y cada taxista ganará más.
Hay demasiadas licencias VTC
Muchas menos que en otros países de nuestro entorno. El ratio de taxis y VTC por cápita en nuestro país es una fracción del que existe en ciudades como Londres o Nueva York.
Y van a seguir llegando
Están pendientes de llegar una serie de licencias que se otorgaron tras una decisión del Supremo que dio la razón a quienes las habían solicitado cuando las leyes eran distintas. A partir de ahí, parece claro que el ciclo se ha cerrado, para bien o para mal. Lo que se debate ahora es qué hacer con quienes ya están en el mercado y quienes llegarán en los próximos meses.
"El taxi no puede competir con las VTC"
Los taxistas tienen elementos de sobra para competir con las VTC. En primer lugar, son más, cuentan con grandes profesionales y ofrecen más capilaridad en el servicio. Tienen, además, el carril bus, paradas fijas oficiales y la posibilidad de que los usuarios levanten la mano para coger un servicio. Cuentan, además, con tecnología de empresas como MyTaxi, que hace que un buen taxista tenga las mismas capacidades que un conductor de Uber o Cabify. Asimismo, MyTaxi se asegura de tener a los mejores taxistas gracias al sistema de puntuaciones.
"Esto nos afecta a todos los taxistas"
¿Quiénes salen perjudicados? Sólo los taxistas que obtienen malas puntuaciones en las aplicaciones porque tienen el coche sucio, te dan la brasa o te engañan con el precio. Y muchos de estos son los más radicalizados, porque estos ni pueden ni quieren competir. Necesitan que se les deje seguir como hasta ahora, abusando libremente de los usuarios. Los taxistas competentes, los que trabajan con MyTaxi, no necesitan que el árbitro dispare en la cabeza al equipo contrario.
El taxi paga más impuestos
Los taxistas pagan por módulos y no en función de cuánto ganan en realidad. Están muy regulados, sí, pero tienen que declarar los kilómetros que hacen -con los riesgos de picaresca- y se les devuelve el IVA soportado de compras importantes como la del propio coche. Asimismo, cuentan con una gran bonificación en el impuesto de circulación. Muchos de los autónomos declaran ingresos muy bajos precisamente porque cuentan con la venta de su licencia como futura jubilación.
Por su parte, Cabify pretende pagar en España más impuestos que todo el sector del Taxi en 2019.
Las VTC pagan peor que el taxi
Un familiar de quien suscribe tiene dos licencias, una de taxi y una de VTC, y tiene claro que le gana mucho más a la de taxi. Pero lo que ganan los conductores en esta industria depende, fundamentalmente, de la empresa que contrata sus servicios. Un taxista autónomo gana casi siempre mucho más que uno a sueldo, pero las VTC no tienen la exclusiva de las flotas y muchos taxistas trabajan también subcontratados, algunos en mejores condiciones y otras en peores.
Por otro lado, las VTC al menos se han molestado en buscar el apoyo de sindicatos como UGT, que han apoyado la necesidad de que más de 15.000 familias sigan viviendo de esta actividad.
Curiosamente, la presión del Taxi contra las VTC ha hecho que este tipo de empresas se blinde en todo tipo de cuestiones, laborales incluidas, de manera que cuando termine el conflicto las VTC estarán en condiciones de pasar “la ITV social” y que los taxistas, algunos de los cuales siguen anclados a malas prácticas que dan mala fama al sector, la tendrán más difícil.
"La gente apoya al taxi"
No si me fío de lo que escucho en mi entorno. Cada huelga de taxistas es una campaña de promoción para Uber y Cabify. Si se manifiestan los taxistas, los ciudadanos sufren, cuando protestan las VTC regalan viajes gratis y el mayor problema es que se les saturan de peticiones las aplicaciones.
Quienes apoyan al taxi son los políticos, y ésa es otra guerra y otro público. Los taxistas suponen no sólo muchos votos, sino también muchas posibilidades de conflicto social. El único partido que ha apoyado sin fisuras a las licencias VTC ha sido Ciudadanos.
El taxi se juega la supervivencia
No, el Taxi con mayúsculas sobrevive sin problemas, y más si no se abren las puertas a la competencia real, algo que parece improbable. Lo que quiere el taxi radical no es sobrevivir, es perpetuar su monopolio, exterminar a sus rivales y que los españoles tengamos menos opciones.
¿Quiénes son los buitres? No los buenos taxistas o los conductores de VTC, en ambos casos profesionales que quieren ganarse la vida con su buen hacer y la mejor tecnología disponible. No las empresas que se aseguran de que los sueldos que se pagan sean justos y enmarcados dentro del diálogo con los trabajadores. No los inversores que han convertido una empresa como Cabify en un unicornio con presencia internacional.
Los buitres son quienes pagan mal a sus conductores y también quienes quieren asesinar a las VTC para comer su carroña. Volver a los tiempos en los que una mala operadora podía tratarte como a basura sin consecuencias y su cómplice te metía un palo de diez euros con la bajada de bandera porque habían venido a recogerte después de pegarse una vueltecita de diez minutos. Los buitres son quienes engañan a los extranjeros en el aeropuerto o quienes se inventan suplementos. Los buitres son quienes quieren monopolizar la actividad para trabajar menos y quitarte más dinero del bolsillo, lo valga o no, en cada carrera.
Y de esos buitres nunca nos ha defendido ningún gobierno.